¿A qué se enfrentan las mujeres en Irán y por qué Narges Mohammadi ganó el Nobel por defender sus derechos?

La activista recibió la noticia de su premiación mientras se encontraba presa; enfrenta una condena de 16 años por presuntamente impulsar propaganda contra el Estado
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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En Irán, las mujeres no gozan de los mismos derechos que los hombres, razón por la cual Narges Mohammadi ha luchado durante gran parte de su vida por la equidad de género en su país.

En la nación de Medio Oriente, contradecir la ideología que favorece al patriarcado está mal visto, lo que ha llevado a Narges a prisión. Actualmente, por la acusación de ir contra la seguridad nacional e impulsar propaganda contra el Estado, la activista cumple una condena de 16 años y nueve meses en prisión.

Fue en su celda que Mohammadi recibió la noticia de que obtuvo el Premio Nobel de la Paz de este año “por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y por promover los derechos humanos y la libertad para todos”.

En total, el régimen de Irán ha arrestado a la hoy galardonada 13 veces, la condenó en cinco ocasiones y le impuso un castigo de 154 latigazos, lo cual fue criticado por innumerables organizaciones humanitarias. A pesar de eso, no deja de darle voz a las mujeres que más lo necesitan.

En agosto pasado, las autoridades iraníes aumentaron su condena un año más por su continuo activismo dentro de las rejas luego de que concedió una entrevista y declaró la existencia de abusos sexuales en la cárcel.

Mohammadi también se dedicó a entrevistar a otras prisioneras, cuyas declaraciones fueron incluidas en su libro “Tortura blanca”, donde se revela el trato que viven las mujeres en las cárceles, las cuales son calificadas por las entrevistadas como diminutas, sin luz solar, con escasas condiciones sanitarias y con privación a la atención médica.

Además de reunir las anécdotas de 12 mujeres, la activista incluyó su vivencia personal: “La celda solitaria no es solo un espacio, sino un lugar donde concurren todos los elementos para hacer que la reclusión nos deje secuelas. Incluye la indiferencia de los médicos ante nuestro dolor, estar con los ojos vendados, cortinas sucias, cucarachas muertas en el piso, ropa inadecuada y largos periodos en las celdas de interrogatorio”, escribió.

En Irán, las mujeres son ciudadanas de segunda clase

El otorgamiento del premio Nobel a Mohammadi se dio un año después de que en Irán miles de mujeres se manifestaran en favor de sus derechos.

Las manifestaciones se originaron por la muerte de Mahsa Amini, quien perdió la vida cuando se encontraba bajo custodia de la Policía iraní. La joven de 22 años estaba hospitalizada después de que fue detenida y presuntamente golpeada por los uniformados al ser encontrada usando inadecuadamente el hiyab, un velo obligatorio para las mujeres en su país.

Con el caso de Amini, gran parte de las manifestantes rasgaron sus velos en las calles para exigir libertad en cuanto a su vestimenta, dejando ver a nivel mundial las exigencias bajo las que viven.

De acuerdo con el informe sobre Irán publicado por Amnistía Internacional en 2022, se detalló que las autoridades seguían tratando a las mujeres como ciudadanas de segunda clase, por ejemplo en relación con el matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos e hijas, el empleo, la herencia y los cargos políticos.

En noviembre del año pasado, Rothna Begum, investigadora principal sobre derechos de las mujeres en Human Rights Watch, remarcó que las leyes y políticas de Irán también son discriminatorias en cuanto al acceso de las mujeres al empleo.

Según la especialista, aunque más del 50 por ciento de quienes se gradúan de la universidad en Irán son mujeres, la tasa de desempleo entre las iraníes supera en más del doble a la de sus pares hombres.

“En vez de abordar las dificultades económicas que enfrentan las mujeres y su falta de acceso equitativo a oportunidades para definir sus propias vidas, las autoridades iraníes están intentando obligar a las mujeres a contraer matrimonio a una edad más temprana y a tener más hijos para aumentar la población del país”, escribió Begum.

Sobre la atención reproductiva de las mujeres, en noviembre de 2022 el Consejo de Guardianes de Irán aprobó un proyecto de ley que prohíbe la esterilización y la distribución gratuita de anticonceptivos en el sistema público de salud, a menos que un embarazo amenace la salud de la mujer.

Por otro lado, en cuanto las mujeres contraen matrimonio, las leyes les otorgan a los esposos un control significativo sobre la vida de sus parejas. Conforme el Código Civil, el hombre tiene derecho a elegir dónde vivirá el matrimonio y puede impedir que su esposa tenga ciertos empleos si considera que son contrarios a los valores familiares.

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