Visitantes de amigos y parientes, viajeros asiduos por autobús, así como pequeños y medianos empresarios conforman el segmento de mercado que ha permitido a Volaris sobrevolar la crisis más severa de la que se tiene registro para la aviación mexicana.
El cierre de fronteras, restricciones de viajes y las medidas de confinamiento que se establecieron en todo el mundo durante 2020 y que en algunos países aún se aplican en este 2021, obligaron a las aerolíneas mexicanas a dejar su flotilla en tierra. Para algunas empresas de aviación, estos eventos significaron severas crisis y amenazas de extinción, pero para Volaris derivó en una posición privilegiada, según palabras de su fundador y CEO, Enrique Beltranena.
El segmento de los viajeros denominados “visitantes amigos y parientes” representan 60 por ciento del mercado de Volaris, que si bien dejó de viajar durante los meses de confinamiento más estricto se reactivó con mayor velocidad que los segmentos de turismo y viajes corporativos o de negocios.
Dentro de este segmento se encuentra el nicho de los viajeros por autobús que es uno de los más codiciados por la aerolínea.
“Volaris es una aerolínea creada para competir contra los autobuses y su estructura de tarifas, en esta crisis el pasajero de autobús ha reconocido que es un riesgo moverse en autobús entonces esa base del “visitante amigo y pariente” creció mucho más, tuvimos más pasajeros de autobuses”.
También destaca a las personas que necesitan seguir viajando para sostener sus pequeñas y medianas empresas cuyo nicho también ha favorecido a esta aerolínea.
De enero a octubre de 2020 el número de pasajeros que abordaron un avión de Volaris alcanzó los 8.3 millones, 39.7 por ciento menos que en el mismo periodo de 2019, aunque la cifra representó mejores resultados que sus principales competidores: Aeroméxico e Interjet.
Estas empresas aeronáuticas enfrentan dos contextos muy específicos, Interjet con una suspensión total de sus operaciones desde diciembre de 2020 debido a una huelga de sus trabajadores sindicalizados y un adeudo millonario con el SAT; y Aeroméxico, que se encuentra en un proceso de reestructura financiera bajo el Capitulio 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos con el objetivo de fortalecer su liquidez .
Pero este panorama desfavorable para sus competidores no es el elemento estrella para la colocación de Volaris como la aerolínea más fuerte del país, sino el resultado de una suma de elementos como una estructura de costos bajos y un buen nivel de liquidez que se supo mantener en 2020, afirma Beltranena.
“Llegamos a la pandemia con unos niveles de liquidez de aproximadamente unos 450 millones de dólares y logramos terminar el segundo trimestre, que fue el más complicado, donde hicimos casi 84 por ciento de reducción de capacidad, prácticamente con la misma caja. El manejo ejemplar de la liquidez en la crisis era fundamental, esto tuvo que ver con la capacidad del equipo directivo de anticipar un poco lo que estaba sucediendo en la crisis basada en las decisiones con la información que vimos en Asia en enero y después en Europa en febrero”, explica.
Sólido porvenir para Volaris
Pese al nublado panorama del 2020, durante diciembre fue posible superar la venta de boletos que se registró en el mismo mes de 2019, lo que permitió a la empresa aeronáutica iniciar un proceso “ofensivo” de crecimiento con la apertura de siete rutas nacionales.
Sin embargo, los caminos seguros no existen y para el primer trimestre de 2021, Beltranena pronostica un periodo “agachadito”, en el que además han tenido que implementar pruebas COVID-19 para las rutas con destino a Estados Unidos a través de un proceso de tercerización en el que los usuarios pagan sus pruebas que tienen un costo de entre 24 y 25 dólares.
Pero 2021 también será el año para aumentar su flotilla, aunque el directivo no especifica los detalles de este crecimiento.
El proceso de levantar el vuelo de la compañía estuvo encabezado por Beltranena pero admite que fue apoyado por el comportamiento ejemplar de toda “la familia Volaris” compuesta por cuatro mil 800 empleados que aceptaron la disminución de sus ingresos.
“Los ejecutivos pasamos tres meses con menos del 80 por ciento de nuestros ingresos y en octubre recuperamos un poco de nuestros ingresos, ese ejemplo fue bueno para “la familia Volaris” que también aceptó que se redujeran en sus ingresos, todo mundo, dependiendo de sus tamaños y necesidades contribuyó con la empresa. Eso lo logras siendo ejemplo pero, sobre todo, lo logras siendo líder”.