Virgin Galactic saldrá a la Bolsa de Nueva York, a pesar de no haber puesto a ningún cliente en la subórbita. Con la colocación de las acciones, Richard Branson, fundador de la empresa, pretende que se puedan financiar las naves espaciales que se necesitan para dar inicio a los vuelos comerciales en agosto de 2021.
Alfonso Esparza, analista senior de OANDA, considera que la decisión del empresario inglés no es la ideal de cara a un entorno en donde los mercados financieros a nivel global atraviesan por un alto grado de incertidumbre. Sin embargo, comenta que innovar siempre tiene sus riesgos y la decisión que se tomó, a pesar de llevar la contraria, puede ser exitosa.
Al ser la primera compañía de turismo espacial que incursiona en la Bolsa, en un inicio podría no ser tan relevante como otros sectores que están relacionados. Este es el caso de las comunicaciones satelitales, industria que se proyecta alcanzará ganancias por 10 mil mdd al cierre de este año, así como la observación de la Tierra, con tres mil mdd, de acuerdo un análisis Northern Sky Research.
Especialistas coinciden en que uno de los factores que generaría desconfianza al momento de invertir en las acciones de Virgin Galactic es la seguridad en las naves, pues está de por medio el accidente ocurrido el 31 de octubre de 2014, donde el cuarto vuelo propulsado por la compañía colisionó y cobró la vida de uno de los dos pilotos encargados de la misión.
Otro de los inconvenientes que se plantean es el costo que tendrá cada uno de los boletos para poder viajar; se estima que los que están a la venta tienen un precio de entre 200 y 250 mil dólares, cifra que equivale a más de cuatro millones de pesos. Hasta el momento, las travesías privadas al espacio solo pueden ser accesibles para 1 por ciento de las personas en el mundo.
Valentía para el futuro de Virgin Galactic
Para Richard Branson la apuesta está en la evolución. La industria espacial en general podría generar hasta 805 mil millones de dólares para 2030, en comparación con los 244 mil millones de dólares que obtuvo en 2010, según estimaciones de UBS.
Si el plan de Virgin Galactic avanza tal como se espera al entrar a la Bolsa, los viajes turísticos alcanzarían un valor superior de más de tres mil millones de dólares.
Los inversionistas ven que la ventaja de adquirir estas acciones representaría una oportunidad para que Branson supere a sus rivales más formidables, como el fundador de Amazon, Jeff Bezos, y Elon Musk, propietario de Tesla, en una carrera por ver quiénes llevan los primeros clientes al espacio.
Será hasta el próximo lunes que la compañía dé a conocer su Oferta Pública Inicial (OPI), mientras tanto, y en un intento por ser la primera compañía en ofrecer vuelos espaciales al público, la firma lleva invertidos poco más de mil millones de dólares, de acuerdo con datos oficiales.
En este mes, Boeing Horizon X Ventures fue el primero en anunciar que invertiría 20 millones de dólares en la empresa, con la intención de adquirir algunas de las acciones.
Aunado a esto, la compañía con sede en Mojave, California, ya tiene más de 80 millones de dólares en depósitos que han hecho 700 clientes, quienes ya están listos para realizar un viaje de 90 minutos hasta donde comienza el espacio exterior y se experimenta la ingravidez, así como la curvatura de la tierra.
El analista Alfonso Esparza argumenta que el reto para Virgin Galactic será grande, pues el financiamiento que recibe, a través de los mercados de capitales está ligado a la capacidad de generar y mantener la confianza de los inversionistas, por esa razón se vuelve aún más importante generar ganancias.
“Su salida en la Bolsa estará llena de especulación, pero este tipo de negocios son a largo plazo y está en la empresa buscar la forma de comunicar este mensaje. No todos pueden ser Amazon, pero el genio de Bezos se centró en este tipo de relación con el mercado y le ayudó a seguir con la inversión sin generar ganancias, hasta que un día, alcanzó la escala titánica”.