Quizá, por la mente de algunos empresarios ha cruzado esta pregunta: ¿por qué gastar miles de pesos en un diseñador industrial o de interiores si puedo hacerlo yo mismo?
Aunque hay pocos estudios sobre la relación entre el diseño y el éxito económico, uno ilustra de manera simple lo que pequeños cambios al medio ambiente pueden lograr.
Realizado por el director de Investigación de Recursos Americanos de Arte en Houston, Texas, y un profesor de diseño interior en la Universidad Cristiana de Texas, el estudio cuantifica los niveles de estrés en una clínica de pacientes mentales cuando varían el tipo de pinturas en los cuartos.
Por un periodo de 19 días cada uno, se colocaron 4 diferentes tipos de arte en el área social del hospital.
Para el periodo de arte abstracto se usó una pintura de Pollock; para abstracta-representacional, una de Van Gogh; para naturaleza realística, una fotografía de un campo, y otro periodo en el cuál no pusieron pintura, para que sirviera como situación de control.
Debido a que cada episodio de estrés agudo que los pacientes experimentan se traduce en gasto por medicamentos, y algunas veces de hospitalización, los investigadores pudieron cuantificar los costos que la clínica incurría dependiendo el tipo de arte.
El tipo de decoración que más relajaba a los pacientes era el de la foto de la naturaleza. El descubrimiento es que los niveles de estrés varían dependiendo de las pinturas en el ambiente y que esto puede costar dinero.
Invertir para diferenciarse
Ahorrar es importante, pero la razón primordial por la cual uno quisiera invertir en diseño es para diferenciarse de sus competidores.
Y la diferencia es lo que importa, tanto para la experiencia del usuario como para un negocio rentable.
Según la teoría económica estándar, cuando un producto, sea un restaurante o un bien de consumo, es único, el empresario puede comportarse como un monopolista. Es decir, incrementar precios y generar más utilidad por cada unidad que se vende.
Habrá personas dispuestas a pagar más por tener o estar en lugares que son exclusivos o únicos. En la ropa, muchas marcas atraen clientes con diseño, no por precio.
En los restaurantes es necesario ser diferente al resto, y los diseñadores de interiores han sido muy solicitados por esta industria.
Si tu negocio es uno con fuerte competencia, y donde se vuelve rentable ser único, invertir en diseño es una buena opción para incrementar tus márgenes.