Valores fugaces

El ver el precio de una acción que cotiza en los mercados internacionales es el equivalente a observar una estrella: seguramente esa luz que vimos ya no existe en realidad.

De acuerdo a los datos de las diferentes asociaciones de operadores de mercados accionarios en los Estados Unidos, al menos el 70 por ciento de las operaciones registradas son realizadas por computadoras que en su mayoría utilizan algoritmos de operación y por su velocidad son conocidos como High Frecuency Traders.

Francisco Fierro Francisco Fierro Publicado el
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Puntos el salto del Dow Jones en el flash crash del 6 de mayo de 2010, causado por HFT
Una emisora puede operar no solo en el NYSE o en el mercado tecnológico del NASDAQ, también puede comercializarse en alguno de los 13 mercados accionarios o sistemas  
de operación en línea

El ver el precio de una acción que cotiza en los mercados internacionales es el equivalente a observar una estrella: seguramente esa luz que vimos ya no existe en realidad.

De acuerdo a los datos de las diferentes asociaciones de operadores de mercados accionarios en los Estados Unidos, al menos el 70 por ciento de las operaciones registradas son realizadas por computadoras que en su mayoría utilizan algoritmos de operación y por su velocidad son conocidos como High Frecuency Traders.

A raíz de la desregulación de los mercados financieros y las nuevas plataformas tecnológicas, hoy una emisora puede operarse no solo en el “big board” del New York Stock Exchange (NYSE) o en el mercado tecnológico del NASDAQ, sino que puede comercializarse en cualquiera de los 13 mercados accionarios o sistemas de operación en línea creados para algunos grandes operadores.

El público en general no tiene acceso a ellos, pero sirven para que los grandes fondos o los grandes inversionistas operen en el anonimato.

Debido a esto, el parpadear de los monitores de los diferentes sistemas solo permiten al ojo humano tener una idea del precio o la tendencia de un índice o de una acción, aquí las operaciones son realizadas en milésimas de segundo y solo los sofisticados programas de operaciones los pueden registrar.

En evolución

Aquellos fervientes seguidores de los mercados accionarios que se mantenían atentos a las noticias que podían influir e el comportamiento de tal o cual acción, o de algún sector o mercado accionario, ven ahora con frustración que de poco o de nada sirve para operar.

Cuando se hace pública una información, en cuestión de segundos se refleja en el precio de una acción o en el movimiento de un índice, para cuando el experto más sofisticado puede reaccionar a la noticia, los algoritmos de operación creados para esto ya compraron todas las acciones disponibles o ya vendieron todos los índices.

Claro que con gusto están dispuestos a realizar operaciones con los mortales a cambio de una utilidad ya también considerada por el programa de operación que los rige.

Las imperfecciones

Por supuesto que este sistema no es perfecto, en particular cuando las computadoras tienen los mismos programas de operación y se dirigen en el mismo camino o algún error humano influye en una mala programación.

El gran sobresalto causado el 6 de mayo de 2010 encendió las alarmas en todos los mercados accionarios, cuando debido a estos programas el índice Dow Jones bajó más de mil puntos en menos de 10 minutos y miles de millones de dólares se esfumaron.

A más de dos años de este suceso no se han podido corregir todas las fallas, ya que por principio nadie está totalmente seguro de qué sucedió ese día.

Si bien no se ha presentado un evento de esa magnitud, sí hemos sido testigos de mini crash en mercados por todo el mundo.

Recientemente vimos cómo desapareció la Casa de Bolsa Bulltick en México debido a la mala implementación de un programa, o cómo Knight Capital, el más grande de los operadores HFT del mercado de Nueva York, perdió 400 millones de dólares en menos de 30 minutos y su operación ya no ha vuelto a ser la misma.

¿No aprenden lección?

Lo más alarmante del caso Knight Capital es cómo la empresa pudo perder cerca de 500 millones de dólares en cuestión de instantes sin que sonaran las alarmas de seguridad, que supuestamente deberían ser impuestas por la SEC tras el flash crash de 2010.

Cuando el Dow Jones bajó 600 puntos de la nada, para volver a repuntar en cuestión de segundos, fue la primera vez que se vieron los riesgos de hacer comercio con HFT, y se supone que deberían existir cortadores de circuito en el caso de que se sospechen errores técnicos.

Al parecer en el caso de Knight Capital los cortadores de circuito no estaban prendidos, pues los apagan en los últimos 25 minutos de comercio.

Así que la necesidad de reformas estructurales en el mercado estadounidense es cada vez más notoria, pues las distorsiones del HFT son creadas para todas las empresas en todos los mercados.

Hasta los corredores más experimentados, como Mark Cuban, vaticinan que si no existen reformas en el sistema vendrán nuevos flash crash que podrían causar pérdidas históricas.

Pese a todos estos antecedentes, las autoridades financieras de nuestro país parecen ajenas a esta situación y los directivos de la Bolsa Mexicana de Valores están muy orgullosos de haber establecido una nueva plataforma de operación que permite realizar las operaciones de HFT.

Esperemos que cuando se presente algún error no vuelvan a salir al día siguiente con que se cancelaron las operaciones, y mucho menos que, si los clientes tuvieron algún descalabro, lo consideren parte del riesgo.

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