Una compra apantallante

Grupo Cinemark anunció que los 31 complejos de cine que tienen en operación dentro del país serían compradas por uno de sus competidores, en total serán 290 pantallas de exhibición que pasarán a ser operadas por Cinemex.

Cinemark también cuenta con salas en Estados Unidos, Brasil, Argentina y otros países latinoamericanos. En total el grupo cuenta con 461 complejos, por lo que México representaba alrededor del 6.7 por ciento de los complejos del grupo Cinemark. 

En el último año se acumularon ingresos de un poco más de 73 millones de dólares. 

Esta es otra acción de Cinemex en su búsqueda agresiva por ganar participación de mercado. El año pasado este grupo compró a Cinemas Lumiere, que contaba con 14 salas de cine; antes había adquirido a MM Cinemas.

A pesar de esta compra, cuyo monto no fue revelado, el líder de mercado sigue siendo Cinépolis, que suma el 64 por ciento del total de la industria, con 344 salas de cine. 

Cinemex tendrá que seguir innovando para acortar la distancia con Cinépolis, pues comprar a pequeños competidores no es la solución final.

Áreas de oportunidad

En algunas reseñas, por ejemplo, se critica el tema de la venta de boletos por medio de apps en teléfonos celulares. Se ha señalado que en el caso de Cinemex la aplicación es muy lenta e inclusive hay falta de coordinación con la gente en el cine cuando enseñas tu compra desde el celular.

En teoría no debe de haber preocupaciones por parte de los empleados de Cinemark México, ya que se habla de una integración del equipo al grupo Cinemex. Claro que generalmente existe rotación de los gerentes y administradores cuando una empresa es comprada.

Cinemex es propiedad de Germán Larrea, quien también es el accionista mayoritario de Grupo México, que incluye a Minera México y Ferromex. Por sí sola, esta empresa ya contaba con 200 salas de cine, todavía muy por debajo de Cinépolis.

Con las crecientes posibilidades de ver películas gratis por Internet (e inclusive antes de que salgan en cartelera), la industria del cine va a tener grandes retos. La capacidad de reinventarse será necesario para que puedan seguir creciendo. 

Por esto las experiencias tienen que mejorar para que el público esté dispuesto a pagar por algo que podría ver gratis en su hogar.