El Mexican Moment promovido por la aprobación de las reformas estructurales no termina por consolidarse.
Se espera que las expectativas de crecimiento del PIB mexicano se revisen a la baja, dados los decepcionantes resultados de los distintos datos económicos de enero.
Los indicadores de producción automotriz de la AMIA, las ventas minoristas de la ANTAD, el número de contrataciones nuevas en el IMSS, así como los índices de manufactura y confianza del consumidor sufrieron un deterioro significativo.
Esto sugiere una desaceleración de la actividad económica del mes de enero, que impactará negativamente en las expectativas del PIB anual.
La encuesta mensual que Banco de México realiza a especialistas de economía del sector privado, indica que se prevé un crecimiento de 3.4 por ciento para el 2014.
La encuesta estima un incremento del 3.02 por ciento anualizado para el primer trimestre del 2014.
Grupo financiero Monex ha pronosticado un alza anualizado de 1.3 por ciento para enero, cifra menor a la esperada previamente.
Esta perspectiva vuelve altamente improbable la consecución de una variación positiva de 3.02 por ciento anualizado del primer trimestre. Esta modificación latente significaría la primera revisión a la baja del PIB mexicano de un 3.4 a un 3.0 por ciento para 2014.
El año pasado, la SHCP modificó sus perspectivas de crecimiento a la baja cuatro veces. Las estimaciones de la SHCP fueron desde un 3.9 por ciento esperado al inicio del año a un 1.3 por ciento al cierre del 2013.
Los datos del Inegi muestran que el crecimiento total de ese año fue de apenas 1.1 por ciento.
Banco de México atribuyó la cifra, entre otras cosas, a un menor dinamismo del gasto público y a un esfuerzo de consolidación fiscal.
El contraste americano
El reporte de perspectivas de mercado para marzo de 2014 de Blackrock argumenta que existen “factores que sugieren un contexto marginalmente mejor para 2014”.
La mejora del panorama económico estadounidense es adjudicada al potencial incremento de inversión privada en capital, así como a un aumento en los niveles de confianza del consumidor. Mientras la falta de gasto del sector público ha inhibido el crecimiento mexicano, el sector privado americano representa el vehículo de desarrollo para la economía de Estados Unidos.
Las ganancia de las corporaciones estadounidenses están en un nivel récord, representan el diez por ciento del PIB, lo que les permitiría realizar inversiones significativas en capital que contribuyan al crecimiento de la economía.