Uber enfrenta nueva amenaza
La expansión global de Uber se ha enfrentado a obstáculos a lo largo de todo el mundo: desde la Ciudad de México hasta Londres y Nueva Delhi.
Conflictos con organizaciones de taxistas tradicionales y trabas regulatorias representan el día a día de la lucha de Uber por convertirse en el servicio de transporte de referencia del siglo XXI.
Ahora, la compañía fundada por el empresario Travis Kalanick en 2010 se enfrenta a un nuevo reto que desafía directamente su modelo de negocio.
Rodrigo CarbajalLa expansión global de Uber se ha enfrentado a obstáculos a lo largo de todo el mundo: desde la Ciudad de México hasta Londres y Nueva Delhi.
Conflictos con organizaciones de taxistas tradicionales y trabas regulatorias representan el día a día de la lucha de Uber por convertirse en el servicio de transporte de referencia del siglo XXI.
Ahora, la compañía fundada por el empresario Travis Kalanick en 2010 se enfrenta a un nuevo reto que desafía directamente su modelo de negocio.
El comisionado laboral de California dictaminó que los conductores que ofrecen el servicio de transporte a través de Uber deben ser considerados como empleados y no como contratistas independientes.
Esto significa una amenaza directa a la estructura de costos que ha hecho de Uber una firma rentable con un modelo escalable a nivel global. Actualmente, la empresa está valuada en aproximadamente 50 mil millones de dólares, cifra superior a la valuación que obtuvo Facebook a cinco años de su fundación.
Modelo de negocio en riesgo
El caso surgió a partir de una demanda de una mujer que solía manejar autos para Uber. La ex conductora exigió una compensación por cada milla en la que estuvo detrás del volante mientras ofrecía el servicio de transporte a través de Uber.
La compañía únicamente debe pagar 4 mil dólares a la ex conductora y apelará la decisión.
Ejecutivos de Uber argumentan que esto es un caso particular que atañe únicamente a una conductora en específico.
Sin embargo, la firma teme una oleada de demandas que puedan eventualmente sentar un precedente que los obligue a modificar su modelo de negocios. Tan sólo en Nueva York, San Francisco y Londres, Uber cuenta con más de 63 mil conductores. Uber podría ser obligado a pagar beneficios y compensaciones económicas a todos sus conductores por cada milla recorrida, establecer un salario mínimo, así como pagar seguridad social y seguro de desempleo a sus “empleados”.
El portal Bloomberg reporta que recientemente FedEx tuvo que llegar a un acuerdo extrajudicial de 228 millones de dólares con 2 mil 300 trabajadores por haberlos clasificado erróneamente como contratistas independientes.
Tal como otras aplicaciones tecnológicas, Uber clama ser una empresa de la “economía compartida”: cuenta con un sistema flexible donde los conductores tienen control sobre la administración de su tiempo.
La firma fundada en San Francisco declaró que es una empresa de logística y no un operador de flotilla. Asimismo, reiteró que la mayoría de sus conductores tienen múltiples fuentes de ingreso y que Uber únicamente les ofrece las herramientas para que puedan ofrecer el servicio de transporte.