Uno de los principales debates en la campaña presidencial de Estados Unidos fue el manejo presupuestal de las finanzas públicas. Esto fue lo que más polarizó al candidato Mitt Romney del actual presidente Barack Obama.
La preocupación por la deuda federal en Estados Unidos es clara, pero existen interpretaciones contrastantes sobre lo que se debe hacer.
Aunque generalmente el debate es entre los partidos políticos, ahora se ha creado una polémica en los medios de comunicación.
El sábado 16 de febrero Barron’s publicó un reportaje titulado “Siguiente parada, Grecia”, con conclusiones como: “Si fallamos en controlar el gasto e incrementar los impuestos – empezando ahora – Estados Unidos en 22 años podría estar peor que Grecia”.
La portada del diario incluía una foto de Obama debajo de la frase: “Síganme, podemos ser como Grecia”. Dejando a un lado la falta de sensibilidad con la contraparte griega, se generó la polémica por el supuesto pesimismo extremo.
Antes de entrar en la situación de la controversia empecemos por ver a detalle el contenido del artículo.
Apocalipsis financiero
La nota habla de cómo el manejo presupuestario tiene que cambiar en este momento y no irse por la tangente. Es una crítica a la intención de solo aumentar el impuesto del 1 por ciento más rico, ya que no será suficiente.
En la parte introductoria indica que en caso de que la deuda siga aumentando, la economía podría caer en una recesión o depresión en los siguientes 20 ó 30 años. “La tasa de desempleo podría fácilmente llegar al 20 por ciento”.
La mayor parte del reportaje se fundamenta con datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso. Entre ellos la proyección de que para el 2043 el cociente deuda-PIB podría llegar a 250 por ciento. Las proyecciones de Barron’s reducen esta estimación a 211, 203 y 193 por ciento (la más optimista tiene 40 puntos porcentuales más que el nivel actual de la deuda de Grecia).
Otro de los argumentos centrales es que en alrededor de 20 años la generación de baby boomers (la generación que nació después de la Segunda Guerra Mundial) estará en el retiro y el costo de las pensiones aumentará substancialmente.
Después de una serie de preocupantes cifras que prevén escenarios apocalípticos para Estados Unidos (y en consecuencia para muchos otros países) hace algunas recomendaciones.
“A menos que Obama proponga recortes de gasto drásticos, su visión para América requerirá impuestos agobiantes para la prosperidad de aquellas personas que tanto respalda ”.
Las réplicas
Las dos principales voces que, no tan sutilmente, desacreditan el artículo de Barron’s, vienen por parte de columnistas de Business Insider y del New York Times.
Lo que más ha sorprendido es que generalmente Barron’s no sube de tono en sus notas. A raíz de las réplicas, el tema se ha vuelto viral y numerosos medios han reportado sobre el debate.
El primer ataque vino por parte de un famoso columnista de Business Insider con su artículo titulado: “Por qué Barron’s llevó esa ridícula portada de Obama convirtiendo a América en Grecia”.
En su columna, Joe Weisenthal habla de una estrategia comercial en Barron’s. Calificándolo más como un medio de consejos de mercados que de periodismo, sugiere Weisenthal que es una medida natural que desarrollen historias tan apocalípticas ya que suelen ser más atractivas para los lectores.
Por su parte Paul Krugman, columnista de New York Times, y ganador del Nobel de Economía, se une al ataque de Weisenthal.
“He hecho el mismo punto, pero más ofensivamente: Pienso de esto como un fraude de afinidad”.
El fraude de afinidad, lo explica en otra columna, es aprovechar el hecho de que es más fácil engañar a la gente cuando el que da la información se supone que está de su lado, tal como Barron’s.
Continúa más agresivamente insistiendo que “lo remarcable es que no hay pena para aquellos que se equivocan consistente y repetidamente”, pues señala que desde hace varios años este medio ha insistido, erróneamente, sobre el peligro con la inflación y las tasas de interés.
Aunque haya sido una estrategia comercial para llamar la atención de los lectores, la responsabilidad que tiene Barron’s para con los inversionistas es incuestionable. Dar proyecciones que puedan ser ampliamente cuestionables puede causar altas pérdidas.