“Trabajar limpiando casas es lo que me ha dado dinero toda mi vida”, dice Ninfa Manriquez, una mujer de más de 70 años que a pesar de su avanzada edad se mantiene con los ingresos que obtiene en ese tipo de empleo, ella es una de las 2.5 millones de personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado.
Dicha cifra representa al 4.2 por ciento del total de la población ocupada en México, además cabe destacar que nueve de cada 10 son mujeres, ello de acuerdo al más reciente informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar que se conmemora el 30 de marzo en el país.
Desde limpiar las casas, cocinar, cuidar a personas o jardines, lavar, planchar, vigilar y ser chofer, son algunas de las labores que se contemplan dentro del empleo doméstico, el cual el INEGI define como las tareas que desempeñan quienes prestan su servicio en labores de aseo, asistencia, así como las relacionadas al hogar de una persona o familia a cambio de una remuneración económica.
El Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar se estableció en 1988 en Bogotá, Colombia, con el objetivo de reivindicar los derechos de este sector de la población y promover el trabajo en condiciones dignas, así como reconocer lo importante de esta labor tanto en la sociedad como en la economía mundial.
Aunque la finalidad es noble, actualmente dista mucho en que los objetivos se estén cumpliendo, pues en México el 69.5 por ciento de las personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado no recibió ningún tipo de prestación laboral, de acuerdo al INEGI.
Empleadas desconocen Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar
“No sabía que había un día para las que hacemos limpieza en casas, que lavamos y planchamos. Trabajo en eso desde los 14 años, estudié un poco de primaria, ya que soy de un pueblo de Michoacán, y desde niños ayudamos a los papás con los gastos. Aunque he escuchado en las noticias sobre los derechos para gente que trabajamos en el aseo, lo he pedido a mis patrones, sobre todo el seguro, pues soy una persona soltera sin hijos, pero jamás me han querido dar nada de lo que dicen que tenemos derecho”, relata Ninfa para Reporte Índigo en entrevista.
Las condiciones de trabajo para las personas que realizan las actividades de limpieza no son óptimas, incluso se refleja en que 97.1 por ciento del total de ocupadas en esta actividad laboran sin contrato, 2.5 por ciento sí contaba con uno y 0.4 por ciento no sabe si lo tenía, además en la duración de la jornada laboral, 37.9 por ciento de las mujeres ocupan de 15 a 34 horas a la semana, mientras que 32.6 por ciento trabaja de 35 a 48 horas.
Al respecto, los ingresos para quienes realizan trabajo doméstico, 67.8 por ciento tiene el pago de hasta un salario mínimo, 24.2 por ciento percibió poco más o hasta dos salarios mínimos y 2.2 por ciento, superó lo de un par de salarios mínimos, señala el INEGI.
“El pago es poco para lo que se hace, a veces es estar de planta, es salir de la casa donde se hace limpieza cada ocho o quince días, y por tanto se trabaja desde temprano hasta la noche o fines de semana, así como en fechas festivas, no hay un horario, porque en casa siempre hay algo que limpiar y qué hacer, es un trabajo que no tiene fin y tampoco es valorado de ninguna manera”, concluye Manriquez al asegurar que el fin de conmemorar el Día de las Trabajadoras del Hogar es tan poco reconocido como su trabajo.