La diversificación llama a la puerta

En el momento en el que la administración de Donald Trump dejó en claro que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) iba a ser una prioridad para el nuevo gobierno, la Secretaría de Economía de México hizo de la diversificación una parte fundamental de su discurso.

Ildefonso Guajardo, el titular del despacho a cargo de la política comercial, ha dicho que México evalúa cerrar tratados bilaterales con Argentina y Brasil, así como una profundización de la relación comercial con Europa y nuevos acuerdos con economías de la región Asia Pacífico.

Rodrigo Carbajal Rodrigo Carbajal Publicado el
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es la participación accionaria de George Soros en Adecoagro

En el momento en el que la administración de Donald Trump dejó en claro que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) iba a ser una prioridad para el nuevo gobierno, la Secretaría de Economía de México hizo de la diversificación una parte fundamental de su discurso.

Ildefonso Guajardo, el titular del despacho a cargo de la política comercial, ha dicho que México evalúa cerrar tratados bilaterales con Argentina y Brasil, así como una profundización de la relación comercial con Europa y nuevos acuerdos con economías de la región Asia Pacífico.

México envía el 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos. Pese a que esto crea una dependencia económica, la dinámica comercial es prácticamente inamovible. Estados Unidos representa el mayor mercado global y aún sin TLCAN, México cuenta con una ventaja de costos y posición geográfica que mantiene los incentivos de exportación.

Sin embargo, el consenso de analistas coincide en que el país puede diversificar su base de importación. El año pasado, según cifras del Departamento de Comercio, Estados Unidos exportó bienes y servicios a México valuados en 231 mil millones de dólares.

Los productores de granos y productos agropecuarios de América del Sur han detectado esta oportunidad. Adecoagro, una firma con más de 434 mil hectáreas en Argentina, Brasil y Uruguay; se dice lista para tomar la posición de los productores estadounidenses en caso de que una escalada arancelaria entre México y Estados Unidos abra la puerta a nuevos jugadores del mercado.

Mariano Bosch, director general de Adecoagro, dijo al diario Financial Times que su empresa está evaluando posibilidades para acceder al mercado mexicano: “México puede convertirse en un mercado importante para nosotros si Trump continúa teniendo problemas con México. Vemos una oportunidad de entrar al mercado”.

Actualmente, las firmas del sector agropecuario de Estados Unidos, como Archer Daniels Midland, Bartlett Grain y Cargill exportan anualmente cerca de 18 mil millones de dólares en productos agrícolas a México. El país, representa el destino número uno de las ventas estadounidenses de maíz, arroz y productos lácteos en el exterior.

Las negociaciones del TLCAN aún no inician de manera formal. Tanto México como Estados Unidos comenzaron un proceso de consulta con el sector privado para definir los lineamientos que defenderán en la mesa de negociación.

No obstante, la dinámica comercial entre estos países ha empezado a dar muestras de un ligero deterioro. El año pasado, las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos cayeron 0.76 por ciento, la primer baja desde la Gran Recesión de 2009.
 
Ganar influencia
 
Por otra parte, el acercamiento de Adecoagro podría mejorar la posición de México en las pláticas de renovación del TLCAN.

Las firmas estadounidenses del sector agropecuario, cuyas operaciones se concentran en estados del centro del país que votaron por Donald Trump, podrían presionar al gobierno federal de relajar su agresiva postura proteccionista.
 
Esto es reminiscente de una estrategia comercial que México ejecutó durante la administración de Felipe Calderón. Ante la negativa del gobierno estadounidense de cumplir un acuerdo que permitía el paso de camiones mexicanos a Estados Unidos, México impuso aranceles selectivos a productos de estados cuya actividad económica dependía de sus exportaciones a México y cuyos senadores habían votado en contra de los intereses mexicanos.  Fue un éxito rotundo.

Por lo pronto, Adecoagro, en la que el inversionista George Soros cuenta con una participación accionaria de 9.5 por ciento, espera paciente.
 

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