La infancia es sin duda la mejor etapa para enseñar a niñas y niños la importancia del dinero y el ahorro, pues son los años en los que adquieren las bases con las que afrontarán en unos cuantos años el mundo adulto.
Uno de los peores errores que pueden cometer los padres de familia es no hablarles a las y los pequeños del hogar sobre cuestiones financieras; muchas veces se hace para no angustiarlos, pero esto podría resultar contraproducente con el tiempo.
No se trata de agobiar a los infantes con cuestiones que superen su capacidad de comprensión, sino de introducirlos de a poco al mundo de la economía y algunos de sus principios básicos.
¿Cómo enseñar a niñas y niños sobre la importancia del dinero?
Aquí hay algunos consejos para ayudar a los niños a entender el valor del dinero y cómo administrarlo:
Primero lo primero: enséñales la diferencia entre billetes y monedas, el valor de cada una de estas piezas y cómo contarlas.
Habla con ellos sobre cómo llega el dinero a la casa y en qué se gasta; utiliza un lenguaje y ejemplos acordes a su edad.
El punto es que los menores comprendan que el dinero es un recurso limitado y, por lo tanto, se debe de gastar de manera inteligente.
Para el tema del ahorro, se le puede dar 100 pesos al niño cada fin de semana y explicarle que si quiere ese nuevo videojuego, debe ir guardando cierta parte del dinero hasta que junte la cantidad.
Otro punto importante es enseñarles a comparar precios y a buscar ofertas para que puedan obtener el mejor valor por su dinero; siguiendo con el ejemplo del videojuego, puedes llevar al pequeño a diferentes tiendas para ver en cuál conviene más la compra.
No hay que tener miedo de involucrar a las y los niños en las decisiones financieras de la familia. Por ejemplo, pídales que le ayuden a hacer la lista del supermercado y gasten con base en cierto presupuesto del que no se podrán pasar.
Ya en la tienda, es tan sencillo como hacerlo escoger entre una marca de cereal u otra para que el menor vea cuál se adapta mejor al presupuesto que hicieron desde casa.
Un punto fundamental, y que no siempre se menciona, es enseñarles a ser generosos con los demás. Puedes explicarles la importancia de compartir y ayudar a quienes más lo necesitan; esto es a lo que se le llama empatía financiera.
Hay que tomar en cuenta que este es un proceso largo y se debe tener mucha paciencia con los infantes, pues en ocasiones cometen errores con el dinero; no se trata de regañarlos, si no de explicarles cómo pueden mejorar.
Tips para que los menores aprendan a ahorrar
Pero vamos a centrarnos un poco más en la práctica del ahorro, por lo que aquí dejamos algunos consejos para que los pequeños aprendan cómo ahorrar y la importancia de esta práctica:
Juntos pueden establecer metas de ahorro claras, por ejemplo, juntar dinero para comprar ese nuevo juguete o videojuego; esto les ayudará a aprender sobre el ahorro y mantenerse enfocados en el objetivo.
Es importante crear un sistema de ahorro: puede ser desde la clásica alcancía o una cuenta de ahorro; también pueden abrir un fondo de ahorro digital y por medio de una aplicación móvil ir depositando el dinero.
Otra clave es hacer que el ahorro sea una actividad divertida para motivar al niño. Por ejemplo, pueden crear un gráfico de seguimiento de ahorros y colgarlo en su habitación, o hacer una competencia familiar para ver quién puede ahorrar más dinero en una semana.
Pero quizá el consejo más importante es que el adulto sea un modelo para seguir del niño a la niña. De nada sirve que a los menores se les enseñe a ahorrar, mientras los padres despilfarran dinero en cosas innecesarias.
Trabajos seguros para niños y niñas
Claro que el trabajo infantil está prohibido y se debe de tener mucho cuidado con no explotar a los menores; sin embargo, sí existen algunas labores que pueden realizar a cambio de dinero:
Si el niño tiene la edad adecuada y ha demostrado ser responsable, puede ayudar a los vecinos a pasear a sus mascotas a cambio de unas monedas.
También si los vecinos salen de casa, el menor puede ser “contratado” para que alimente a las mascotas del hogar mientras regresan los dueños.
Si el niño es creativo, puede hacer productos caseros como joyas, tarjetas de felicitación o manualidades y venderlos en línea o en un mercado local.
También si tienen un jardín o si saben de algún vecino que necesita ayuda, el niño puede ofrecer servicios de jardinería, como cortar el césped o plantar flores.
Otra opción es que si el niño es mayor y tiene experiencia cuidando a otros niños, puede ofrecer servicios de cuidado de niñero o niñera a amigos, vecinos o familiares.
Si la familia tiene un negocio, también pueden involucrar al niño o la niña para que desempeñe cierta actividad. Por ejemplo, en el caso de una pequeña fonda de comida, que ayuda a colocar vasos y cubiertos en las mesas.
No se recomienda pagarle a los menores por realizar trabajos de su propia casa, como lavar los trastes o tender su cama; pues después sólo lo harán si les pagan y no porque es su obligación como habitantes de ese hogar.
Cualquier trabajo que el niño realice debe ser seguro y apropiado para su edad y habilidades. Además, es importante establecer límites claros y asegurarse de que el niño tenga suficiente tiempo para enfocarse en sus estudios y otras actividades importantes para su vida.