La cosecha de frijol está en riesgo en los estados del norte del país. Las altas temperaturas registradas en lo que va del año ocasionaron que los plantíos se secaran, como consecuencia, los productores perdieron cerca de 50 por ciento de la recolección que serviría para suministrar a la población y con ello satisfacer la demanda de exportación hacia otros países.
La falta de lluvia afectó a los principales productores de frijol en el país, como Chihuahua, Durango, Zacatecas, Veracruz y Tamaulipas.
El aumento en el precio de este alimento ya repercute en el bolsillo de los consumidores de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, pues gastan cerca de 40 pesos por kilogramo (kg). En algunos estados del norte, la situación no es diferente, muchas personas que acostumbraban a pagar seis pesos por kg de alubias, ahora lo consiguen en 12.
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Rafael Mora Aguilar, investigador en el departamento de fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), asegura que la baja producción de frijol se relaciona con el calentamiento global. Además, insiste en que la falta de la legumbre no solo afectará a los productores, también a las personas de más bajos recursos, quienes la consumen como parte central de su alimentación.
“Ante la falta del alimento podrían sacar los frijoles viejos que se tienen como reserva y también aumentarles el precio, sin embargo, las legumbres que permanecen almacenadas por un largo tiempo pierden sus nutrientes, de esa forma, le quitan a las personas más vulnerables la posibilidad de consumir una dosis de proteína diaria”, detalla el también profesor.
Frijol, Clave en la alimentación
México ocupa el cuarto lugar en producción de frijol a nivel internacional. En el mundo se conocen alrededor de 150 especies de alubias, de las cuales 50 son originarias del territorio mexicano y poseen una gran vaiedad de tamaños y colores. La preferencia en el consumo se centra en los frijoles negros, amarillos, blancos, morados, bayos, pintos y moteados.
Hasta julio de 2019, se produjeron 283 mil 197 toneladas de frijol, cifra que representó una caída de 16.1 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
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El frijol es el segundo alimento más importante de la gastronomía mexicana, después del maíz y por encima del chile.
También representa un cultivo clave en la dieta nacional: el consumo anual per cápita es de 9.9 kg, de acuerdo con el informe de Planeación Agrícola Nacional, elaborado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
A pesar del complejo panorama, las lluvias que se proyectan para octubre podrían ser oportunas para el desarrollo de nuevos cultivos de frijol en algunas zonas, pues en algunos estados, por el contrario, la lluvia también propició la destrucción de los plantíos, según la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
Rafael Mora Aguilar comenta que la producción del frijol podría rescatarse si es que esto va de la mano con los planes del gobierno mexicano.
Es un gran problema, que de no solucionarse puede provocar desabasto. Para arreglarlo, los productores tienen que estar dispuestos a dejar de sembrar otras cosas para darle prioridad a los frijoles. Las tierras de cultivo en diferentes estados tendrían que resarcir la producción, solo falta que se pueda