Tienditas, otro año a contracorriente pero con beneficios si lo aprovechan

Los pequeños negocios de barrio se han convertido en “verdaderos expertos” en la sobrevivencia ante las constantes crisis que se han presentado en el país
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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Los pequeños comercios de barrio, conocidas como ‘tienditas‘, tienen el reto de operar, un año más, con márgenes reducidos por el contexto económico y los cambios de consumo de los mexicanos.

La desaceleración económica a nivel mundial y la persistente alza de los precios en el país, sobre todo enfocado en productos de la canasta básica, están impactado en los hábitos de compra de los consumidores, un elemento que va a impulsar a las tienditas a modificar su servicio y con ello continuar subsistiendo.

“El consumo va a seguir complicado, la inflación, que es el síntoma de esta crisis, pues todo indica que se va a mantener a la alza… Esto nos lleva a que el sector tenga que reinventarse, incrementar la venta y sumar a su inventario original otros productos o servicios” señala Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comercios (ANPEC) en entrevista con Reporte Índigo.

En México hay un millón 200 mil puntos de venta tradicional y en ellas se lleva a cabo 52 por ciento de las compras de los mexicanos, además generan aproximadamente dos millones de autoempleos, de acuerdo con datos de la ANPEC. Pero durante los últimos tres años su funcionamiento se ha visto impactado por la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19 y el aumento de los precios de productos y servicios.

De 2019 a 2021 se ha registrado el cierre de dos millones 771 mil 100 Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs), entre las que se encuentran las tienditas de barrio, de acuerdo con los datos más recientes del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI). Pero el panorama del año que está por comenzar no parece ser más alentador.

“Se van a seguir moviendo las cosas con márgenes reducidos de operación, es decir, que el poder de compra de la gente, aún con el aumento al salario mínimo que se dio con un 20 por ciento al inicio del año, el incremento de las pensiones universales, las política social de apoyos y con el subsidio a las gasolinas, la situación pinta que el consumo será reducido, con cancelación de consumo de productos suntuarios y autoracionalización de consumo”, afirma el líder de la ANPEC.

Esta semana el INEGI informó que en el 2022 se registró el aumento de precios a productos y servicios más elevado en 22 años al alcanzar un aumento de 7.82 por ciento y fueron los costos de los alimentos y los productos los que encabezaron la “problemática”.

Pero los pequeños comercios se han convertido en “verdaderos expertos” en responder a los cambios de hábitos de consumo de los mexicanos, asegura Rivera.

Los últimos tres años han presentado un entorno adverso para las PyMEs en México, algunas de ellas no han logrado permanecer en la carrera. Foto: Especial

Pequeños centros de compra

Los cambios en los hábitos de consumo de los mexicanos debido al impacto económico, paradójicamente, podrían beneficiar el modelo de venta de las tienditas de barrio mexicanas, toda vez que se están enfocando en las compras de productos básicos y de poco volumen.

“La gente se está retrayendo de las compras no planeadas y está buscando un consumo más corto, máximo de un dia o tres, esa noción de despensa quincenal son recuerdos cada vez más extraviados porque la gente está haciendo las compras que consume al día, para evitar mermas, para tener un mejor consumo en el hogar”, explica Rivera.

Al observar estas tendencias, las cadenas de abasto modernas, es decir las grandes cadenas de retail, han establecido pequeños centros de compra como Walmart Express, Bodega Aurrera, Supercito Chedraui, entre otros.

Pero para que los negocios familiares puedan aprovechar esta tendencia, que podría favorecerlos, es importante que se apoyen de la tecnología en cada aspecto de su venta, por ejemplo integrar cobro con tarjetas, utilizar el código de barras de los productos, detectar tendencias de consumo, evitar mermas y administrar el negocio de forma óptima.

Datos de la ANPEC señalan que aproximadamente el 20 por ciento de estos negocios familiares cuentan con la tecnología necesaria para llevar a cabo una administración óptima.

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