Tiempos inciertos para la economía mexicana
La economía mexicana se encuentra en una situación difícil por los efectos de la pandemia y el futuro será más complicado si el gobierno no recupera pronto la confianza del sector privado y atrae nuevas inversiones
Nayeli Meza OrozcoHoy más que nunca México necesita de una vacuna para proteger su economía. A la crisis del Covid-19 se suman otros factores que deterioran la salud del país: la guerra de los precios del petróleo y la poca confianza de los inversionistas.
Aunque esta situación no es exclusiva del país, sí es uno de los pacientes más expuestos por los problemas que arrastra desde el año pasado.
Las estimaciones de crecimiento de las agencias calificadoras e instituciones financieras internacionales se encuentran en diversos escenarios, pero tienen algo en común: todas son negativas.
Moody’s pronostica que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional caerá 3.7 por ciento al cierre de este año, en tanto que Citibanamex estima una contracción de 5.1 por ciento, y JP Morgan hizo el mayor ajuste al calcular un desplome del 7 por ciento anual.
Entre los factores por los que revisaron de nuevo a la baja sus perspectivas destaca el impacto negativo a la economía de Estados Unidos por la pérdida de hasta 46 millones de empleos a causa del Covid-19, efecto que se transmitirá de inmediato a su socio comercial.
Durante la semana laboral que concluyó el 21 de marzo el Departamento de Trabajo estadounidense reportó 3.2 millones de solicitudes para el seguro de desempleo, su máximo histórico y que dista por mucho de su pico anterior durante la crisis de 2009 con 665 mil peticiones.
Los organismos también coincidieron en que el proceso de respuesta por parte de las autoridades mexicanas para contrarrestar el impacto negativo al PIB ha sido lento y la consulta realizada en Baja California sobre la apertura de la cervecera Constellation Brands fue un duro golpe para la confianza del sector privado.
Valeria Moy, directora general de México, ¿cómo vamos?, opina que las siguientes semanas serán decisivas para que el Gobierno federal envié un mensaje de certidumbre al mercado con el objetivo de evitar un mayor deterioro.
“El panorama no pinta nada favorable y aunque ya se esperaba que las expectativas de crecimiento económico se ajustarían más de lo normal, sorprende lo drásticas que fueron y eso nos habla de que México atravesará por una profunda crisis”, detalla la profesora del ITAM.
Al recorte de las expectativas se suma que S&P Global Ratings ajustó a la baja la calificación soberana de México en moneda extranjera a BBB desde BBB+.
Los analistas de la firma detallaron en un reporte que el bajo desempeño económico refleja, en parte, la incapacidad de la actual administración para mejorar la confianza de los empresarios y la dinámica de inversión.
La última actualización del indicador de confianza empresarial de las manufacturas registró una caída de 0.8 puntos respecto al mes anterior, según el Inegi.
Y al mirar hacia la inversión total (pública y privada), al cierre del año pasado esta se ubicó en 20.9 por ciento como proporción del PIB, el nivel más bajo desde 2005, año en que representó el 16.3 por ciento.
La enfermedad sin cura de la economía
El mundo se encuentra en terapia intensiva por los precios del crudo y México no es la excepción, sobre todo por la relación entre las finanzas públicas y la industria petrolera.
En un informe HR Ratings advierte que Pemex ya no es un generador de divisas para el sector público federal y los superávits que tuvo, por ejemplo, en 2013 se convirtieron en déficits.
De igual forma los analistas de la única calificadora de valores mexicana aseguran que la empresa perdió participación en el mercado interno perjudicando los ingresos petroleros del gobierno.
El viernes pasado, la mezcla mexicana cerró la sesión con una caída de 11.3 por ciento, para ubicarse en 13.01 dólares por barril, un mínimo histórico en 19 años.
Enrique Díaz-Infante, Investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), adelanta que los precios del crudo mantendrán esta tendencia a la baja por el conflicto entre Arabia Saudita y Rusia, situación que afectará la demanda y por lo mismo los precios del petróleo y la gasolina en México.
“Se debe analizar cómo jugará el tema del IEPS a gasolinas porque en este momento el gobierno mexicano tiene una debilidad fiscal y requiere de ese impuesto y difícilmente lo va a bajar”.