Es una medida poco responsable y poco racional, independientemente de que es violatorio de acuerdos y tratados de respeto recíproco de inversiones
Cuatro meses después de haber tratado a Pemex como un socio no deseable en Repsol, ahora la petrolera española busca el respaldo de México para evitar que Argentina concrete su decisión de expropiar YPF.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, solicitó a México su apoyo para pronunciarse en contra de estas medidas. Pemex posee casi el 10 por ciento de las acciones de Repsol.
En el marco del Foro Económico Mundial, Felipe Calderón criticó la decisión de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
“Es una medida poco responsable y poco racional, independientemente de que es violatorio de acuerdos y tratados de respeto recíproco de inversiones”, dijo Calderón.
SOCIOS EN PUGNA
Pemex es accionista de Repsol desde hace más de 20 años. Incluso la paraestatal mexicana es socio fundador de Repsol y ha participado en proyectos energéticos en España desde hace más de 30 años.
Pero de julio a noviembre de 2011 protagonizaron un álgido conflicto.
En julio, Pemex compró acciones en la bolsa de Madrid para subir su participación en Repsol al 9.8 por ciento.
Luego firmó un acuerdo con la constructora española Sacyr Vallehermoso para tomar decisiones en conjunto para la administración de Repsol.
El grupo Sacyr Vallehermoso es el mayor accionista de Repsol, con 20 por ciento de las acciones; las acciones de Pemex y Sacyr suman el 30 por ciento, y votadas en conjunto podrían hacer cambios en la administración de la empresa.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, intentó cancelar esta alianza y expulsar a Juan José Suárez Coppel, director general de Pemex, de su Consejo de Administración.
Convocó a una reunión urgente del Consejo de Repsol y cambió el reglamento referente a operaciones vinculadas.
Las aguas se calmaron con la salida de Luis del Rivero de la presidencia de Sacyr y con el compromiso de Pemex de quedarse con sus acciones en 9.49 por ciento.
Con la expropiación en Argentina en desarrollo, tal vez sea el momento para que Suárez Coppel solicite la renuncia de Antonio Brufau como presidente de Repsol, se cambien los reglamentos de la empresa y, entonces sí, se busque en conjunto revertir la decisión del país sudamericano.
