La calificadora Standard & Poor’s (S&P) ajustó este lunes la perspectiva de Petróleos Mexicanos (Pemex) de estable a negativa, luego que el viernes pasado redujo también la expectativa de crecimiento para la economía nacional.
S&P señaló que la perspectiva negativa de la calificación refleja la notas del soberano y la opinión de que la estrecha relación entre la empresa y el gobierno mexicano se mantendrá sin cambio durante los próximos años.
Lo anterior, precisó, porque las mayores asignaciones presupuestales para Pemex en 2019 y las recientes declaraciones públicas del gobierno federal asegurando que la empresa cumplirá de manera puntual con todas sus obligaciones financieras, refuerzan la evaluación de una probabilidad casi cierta de respaldo extraordinario de parte del gobierno mexicano si la empresa afronta dificultades financieras.
Asimismo, confirmó las calificaciones crediticias de emisor en escala global en moneda extranjera de BBB+ y moneda local de A- de las subsidiarias de Pemex.
De igual manera, revisó la evaluación del perfil crediticio individual de Pemex, de bb- a b-, debido al continuo deterioro de los perfiles de riesgo de negocio y financiero de la empresa que ha comprometido la recuperación de sus principales líneas de negocio.
Para la firma calificadora, el plan financiero para restaurar los fundamentos crediticios de la petrolera es insuficiente respecto de las necesidades multianuales de inversión de capital.
El pasado 1 de marzo, S&P Global Ratings confirmó las calificaciones soberanas en moneda extranjera de largo y corto plazo en escala global de BBB+ y A-2 de México.
Asimismo, confirmó la calificación soberana en moneda local de largo y corto plazo de A- y A-2, respectivamente de México, y revisó la perspectiva de las calificaciones de largo plazo en escala global, de estable a negativa.
Esta perspectiva refleja que existe una probabilidad de al menos una en tres de que baje las calificaciones del soberano durante el siguiente año, argumentó en un reporte emitido el pasado viernes.