Sigue y sigue escalada de precios por inflación en EU
Los costos de productos y servicios en Estados Unidos alcanzaron niveles no vistos desde hace 40 años, en gran medida, impulsados por el conflicto entre Rusia y Ucrania
María Fernanda NavarroEl efecto de la invasión rusa a Ucrania se refleja por primera vez en la medición de la inflación de marzo en Estados Unidos y las noticias son poco alentadoras.
Durante el tercer mes del 2022 los precios en ese país registraron un incremento de 8.5 por ciento en su variación anual, el nivel más alto registrado en más de 40 años, superando así a los datos de febrero cuando se dio a conocer del incremento de 7.9 por ciento en la inflación, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (CPI) publicado por el Departamento del Trabajo de Estados Unidos.
Con respecto al mes anterior, el dato de inflación fue del orden de 1.2 por ciento, detalla el comunicado dado a conocer ayer.
La gasolina, vivienda y alimentos fueron los principales índices en impulsar el aumento de los precios, mismos que se han visto presionados por el conflicto armado en Europa del Este.
La gasolina registró un incrementó de 18.3 por ciento comparado con el mes anterior y de 48 por ciento en su edición interanual. En el caso de los alimentos, la variación mensual de los precios fue del orden de uno por ciento y 8.8 por ciento comparado con marzo del año pasado; y la vivienda incrementó en 0.5 por ciento mensual y cinco por ciento anual.
El incremento en los costos de los energéticos, se relaciona en gran medida a las irrupciones generadas desde el inicio del conflicto armado, toda vez que Rusia es uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo al concentrar ocho por ciento del mercado a nivel global.
En torno al incremento en los costos de los alimentos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió el mes pasado que los precios de estos productos alcanzaron un nivel histórico en febrero de 2022 debido a la elevada demanda, los costos de los insumos y el transporte, pero se prevé que incrementen hasta 22 por ciento para este año, por encima de sus niveles ya elevados.
En conjunto, Rusia y Ucrania exportan 19 por ciento del suministro de cebada, 14 por ciento del trigo y cuatro por ciento del maíz del mundo, además representan un tercio de las exportaciones mundiales de cereales.
Sin embargo, la guerra en Europa del Este no es el único elemento que está presionando los costos de productos y servicios en el país gobernado por Joe Biden.
“Lo que estamos viendo es que continúan los problemas en cadenas de suministros y estas afectaciones siguen impactando los precios, se suman nuevos confinamientos en algunas regiones de China y asiáticas; y obviamente la guerra entre Rusia y Ucrania hacen que se incrementen principalmente los energéticos por un lado y por otro los granos, que queden efectos principalmente en alimentos”, señala Carlos González Tabares, director de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex.
El especialista destaca que un punto positivo es que la inflación subyacente, es decir, el subconjunto de precios que no están sujetos a la estacionalidad o alta volatilidad, como la energía y los alimentos, tuvo un aumento marginal de 0.3 por ciento mensual y 6.5 por ciento interanual.
Endurecimiento de las tasas por inflación
Con estos datos de inflación en Estados Unidos es muy probable que se defina un endurecimiento de la política monetaria en dicho país por la Reserva Federal (FED).
Cabe destacar que el pasado 16 de marzo la FED incrementó en 25 puntos base su tasa de fondeo, tomando en cuenta que la inflación en Estados Unidos aumentó 7.9 por ciento en su variación anual en febrero, un salto que tampoco se observó desde hace 40 años.
El objetivo de la FED es lograr el máximo empleo y un rango de inflación del dos por ciento a largo plazo. Y con el incremento de la inflación se espera una política monetaria restrictiva de tono hawkish.
Se conoce como “tono hawkish o de halcón”, cuando el banco central aumenta las tasas de interés e impulsa la política monetaria restrictiva que se enfoca en reducir la cantidad de dinero del país con el objetivo de contener la inflación, aunque con ello se corre el riesgo de frenar el crecimiento económico.
En contraste está el “tono dovish o de paloma”, se enfoca en la reducción de tasas de interés y una política monetaria expansiva que impulsa la reactivación económica de un país a través del aumento de la cantidad de dinero y con ello el estímulo a la inversión y reducción del desempleo.