En la búsqueda de los mejores precios de las túnicas, libros, estatuas y otros productos necesarios para sus vidas de oración, los monjes budistas de Tailandia han encontrado una solución en el almacén Hang Sangkapan.
La tienda, cuyo nombre puede traducirse aproximadamente como Suministro para Monjes, fue fundada por el empresario Sakol Sangmalee en 2007, y vende desde velas y altares hasta libros y discos compactos.
Aunque pueda sorprender debido a la reputación anticonsumo y antimaterialismo de los monjes, ellos también necesitan de tiendas que atiendan sus necesidades. Y The Wall Street Journal (WSJ) reporta que, como clientes potenciales, son numerosos.
En Tailandia, de 65.9 millones de habitantes, más del 93 por ciento de las personas son budistas (casi todos practicantes de la escuela Theravada), y la tradición exige a los hombres adoptar el estilo de vida monástico por lo menos una vez en su vida.
Aunque la mayoría de los tailandeses pasan algunas semanas viviendo como monjes y después regresan a sus vidas normales, algunos vuelven a tomar sus túnicas y viven en monasterios durante la mayor parte de sus vidas.
Según la Oficina Budista Nacional del país, en el 2012 había casi 300 mil monjes y más de 60 mil novicios en el país.
Además, un reporte publicado por el Centro de Investigaciones Kasikorn, que forma parte de un banco tailandés, estima que el equivalente de más de 32 mil millones de dólares circulan en el negocio de tiendas budistas.
El gran almacén budista
Para atender este mercado, Sakol fundó Hang Sangkapan, inspirado en las tiendas de almacén como Carrefour y Costco.
La tienda fue inaugurada en Bangkok gracias a una inversión del equivalente aproximado a 1.6 millones de dólares.
Buscando ofrecer conveniencia y una gran cantidad y variedad de productos, la tienda es un almacén de gran formato, y por mucho la más grande vendedora de artículos budistas en Tailandia.
Situada en un terreno de más de 76 mil metros cuadrados, la megatienda es un almacén con todo lo necesario para satisfacer las necesidades de sus clientes.
Sakol, en entrevista con el WSJ, dice que “el comportamiento del consumidor ha cambiado mucho. Las personas ya no son leales con alguna de las tiendas para monjes tradicionales. Van a ir a donde sea que haya aire acondicionado y buscan conseguir todo lo que necesitan en una sola visita”.
Además de su tamaño y comodidades, la tienda difiere de las alternativas tradicionales gracias a su programa de lealtad, publicidad por Internet y pedidos por teléfono con entregas a domicilio.