El mercado en línea de la ropa de segunda mano está por superar a la venta de prendas nuevas, comercializadas a través de este mismo canal. Foto: Especial

Segunda mano, un mercado en crecimiento que apunta a superar todas las expectativas

La compra de ropa usada no se trata de una tendencia que ocurre solo a nivel de calle, pues la venta de este tipo de prendas y accesorios en línea podría superar al retail tradicional en 2027

El mercado en línea de la ropa de segunda mano está por superar a la venta de prendas nuevas, comercializadas a través de este mismo canal.

El informeDe Primera Mano sobre la Segunda Mano”, de la plataforma GoTrendier, revela que el mercado de mayor crecimiento en el rubro de moda de segunda mano es el que se encuentra en línea, y que se espera que para 2027 alcance un valor de 48 mil millones de dólares, cifra equivalente al doble del tamaño del retail tradicional.

Esta forma de consumir tiene dos orígenes: las tendencias actuales de compra y el cambio de pensamiento de las nuevas generaciones, como la “X” y la “Z”, que buscan adquirir prendas cuyo ciclo no haya terminado aún.

De acuerdo con GoTrendrier, en 2023 el consumo de ropa de segunda mano fue de más de un millón de prendas. De 2016 a la actualidad, cinco millones de prendas han sido reutilizadas en México. Respecto al comportamiento por estados, la Ciudad de México y el Estado de México ocupan el primer lugar de compra-venta en este rubro; mientras que Nuevo León reporta un aumento en su participación y junto a Puebla, que figuran en el top cinco.

“La tendencia de crecimiento es casi cinco veces más rápida que en el retail tradicional, en Latinoamérica. Gracias a esos pequeños cambios que hacen nuestros usuarios, que se animan a comprar ropa de segunda mano, esto es una tendencia”, explica Cecilia Ollero, country manager de GoTrendier.

Moda con sustentabilidad, la nueva normalidad

Entre los consumidores que prefieren la ropa de segunda mano destacan los millennials, quienes apuestan por un consumo más amigable con el medio ambiente.

“Actualmente, el 73 por ciento de las personas en todo el mundo cree que los problemas medioambientales son más importantes que antes y no hay nada más sostenible que lo que ya existe, así que reutilizar es una gran oportunidad para la economía circular y los millennials lo saben, son los que más consumen moda bajo modelos de recommerce”, asegura Ollero.

Por su parte, la generación “Z” y la “X”, tienen una representación en el mercado del 26 por ciento cada uno, los Baby boomers abarcan el 14 por ciento, mientras que la generación alfa registra el uno por ciento.

Las prendas más buscadas por los mexicanos son vestidos, blusas, chamarras y pantalones. Respecto al calzado, de acuerdo con los registros, los tenis casuales, deportivos, botines de tacón, sandalias planas y de plataforma son los artículos preferidos.

Entre los beneficios ambientales derivados de la compra-venta de prendas, calzado y accesorios de segunda mano se encuentra el ahorro de 486 millones de litros de agua, ocho mil 540 toneladas de CO₂, y 615 mil kilogramos de residuos, equivalente a lo que desechan mil 538 personas de manera anual.

“Creemos que México tiene muchísimo potencial al momento de elegir una manera de consumo más sostenible. Al final, para esto tenemos que lograr que la experiencia sea mejor que la de comprar fast fashion, que adquirir ropa de primera mano y, ¿cómo conseguimos esto? Primero, garantizando la seguridad en las transacciones; segundo, con la experiencia de usuario, pues directamente desde la comodidad de casa se pueden ver las colecciones que se tienen en colaboración con influenciadoras, colecciones curadas por nuestro equipo para la temporada de lluvias, por ejemplo. Luego, por último, lo que yo considero más relevante en un mercado como el de México es que se ofrece un descuento importante respecto a la primera mano, desde un 51 por ciento, dependiendo del estado de la prenda.

“Lo que también representa el cambio en el paradigma del consumo es que al día de hoy una prenda solo se utiliza siete veces antes de ser desechada, por lo que sabemos, y queremos hacer entender que en siete puestas esa prenda no ha terminado su vida útil y su producción ha tenido un impacto medioambiental que requiere de una vida útil más larga para poder compensarse. Entonces en esto estamos trabajando, en que las prendas tengan más vida que les estamos dando nosotros, proponemos una solución para que esas prendas tengan el máximo de vida útil y de paso la vendedora pueda ganar un ingreso extra con la ropa que ya no va a utilizar”, explica Ollero.

Por su parte, la empresa Thredup, tienda estadounidense online de ropa de segunda mano, proyecta que este mercado crecerá ocho veces más rápido que el mercado de ropa en general.

A nivel mundial, la venta de ropa usada alcanzará los 350 mil millones de dólares en 2027, con un crecimiento tres veces superior al del mercado global de la confección. Para este 2024, de acuerdo con las previsiones de Thredup, al menos el 10 por ciento del mercado mundial de prendas de vestir estará compuesto por piezas de segunda mano.

Además de buscar ropas de marcas como Zara, Shein o Nike, que durante 2023 entró en una de las marcas más compradas y vendidas, los mexicanos también quieren acceder a firmas de lujo, a la vez que ahorran y colaboran con el medio ambiente.

“Al día de hoy tenemos una base de más de seis millones de usuarios, un público prácticamente exclusivo y de mujeres, pero ahora en 2024 se están sumando más hombres. Los productos más vendidos en nuestra plataforma son los vestidos, los tops, pantalones, chamarras, incluso tenis dentro de la categoría de zapatos.

“En nuestro top de marcas más vendidas están Calvin Klein, por ejemplo, o Tommy Hilfiger, es decir, tenemos un abanico amplio, marcas a las que al final nosotros permitimos acceder de manera más económica, pues hay varias razones, la gente busca moda o una marca. Nosotros nos vestimos porque queremos presentarnos de una manera ante el mundo y, a lo mejor, de primera mano no te podrías permitir ese tipo de marcas, pero de segunda mano puedes hacerlo y jugar con tu estilo, experimentar o acceder a prendas que son de mejor calidad, lo que te obliga a tener una compra más consciente, haciendo que el precio sea un motivo importante por el que la gente vuelve a este tipo de modelos de consumo, a la par que vemos que con esta experiencia estamos consiguiendo tener un impacto positivo en cuanto sostenibilidad, que cada vez es más relevante también para los usuarios”, concluyó Ollero.