Se va el guardián del tesoro
“Por encima de saber que nos enfrentamos a un mundo más desafiante, tenemos muchos desafíos en Estados Unidos”, Timothy Geithner, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Una vez reelecto, el presidente Barack Obama enfrenta nuevos retos para su administración, uno de los mas difíciles es el reemplazo de su actual secretario del Tesoro Timothy Geithner.
Francisco Fierro
“Por encima de saber que nos enfrentamos a un mundo más desafiante, tenemos muchos desafíos en Estados Unidos”, Timothy Geithner, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Una vez reelecto, el presidente Barack Obama enfrenta nuevos retos para su administración, uno de los mas difíciles es el reemplazo de su actual secretario del Tesoro Timothy Geithner.
La preocupación en Wall Street por la llegada de un nuevo secretario del Tesoro engloba varios argumentos debido a que no será fácil llenar los zapatos del actual encargado de negociar por cuenta del gobierno federal de Estados Unidos.
Pocos hombres pueden presumir el haber sido protagonistas de lo sucedido en lo que hoy puede ser llamada “La mayor crisis financiera de todos los tiempos”, ya que el secretario Geithner formó parte del departamento del Tesoro desde 1988 y creció bajo la tutela de Robert Rubin y Lawrence Summers.
Summers fue su mentor (ambos secretarios del tesoro para EU), en el Fondo Monetario Internacional, y fue director de la Elaboración y Examen de Políticas del Departamento (2001-2003).
Probada influencia
En octubre de 2003, Geithner fue nombrado presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Lo que para muchos lo convirtió en la voz más influyente dentro del comité de mercado abierto de la reserva federal (solo por debajo de Alan Greenspan), por lo que también se le considera que fue de los autores de la política de desregulación de los mercados.
Su participación desde los orígenes de la crisis financiera fue determinante, en marzo de 2008 organizó el rescate y la venta de Bear Stearns.
La terna integrada por Geithner, Hank Paulson y Ben Bernake es considerada la artífice del programa de rescate financiero implementado por Estados Unidos en coordinación con los bancos centrales alrededor del mundo y los organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Central Europeo.
El 24 de noviembre de 2008, el presidente electo Barack Obama lo designó secretario del Tesoro en sustitución de Hank Paulson, su actuación ha sido determinante en el manejo de las finanzas de los Estados Unidos en los últimos cuatro años y determinante en las políticas de los bancos centrales, donde se han generado los programas de rescate para países de la Eurozona y las decisiones tomadas por el FMI.
Tareas pendientes
El próximo titular de las finanzas de Estados Unidos no tendrá una tarea fácil de realizar, empezando por la urgente necesidad de lograr acuerdos para controlar la creciente deuda de la nación. Deberá conciliar acuerdos para disminuir el déficit fiscal que amenaza con llevar al país a la recesión el próximo año.
Un Congreso dividido, que no ha permitido concretar las iniciativas fiscales propuestas por Obama durante su primera administración, no da mucho margen de acción para tomar decisiones oportunas.
Por ende, se tiene que elegir a alguien que logre una mediación entre lo que quiere el presidente y lo que sea capaz de autorizar el Congreso.
En la lista de posibles opciones está el jefe de gabinete de Obama, Jack Lew, quien se desempeñó como director de presupuesto del reelecto mandatario y del ex presidente Bill Clinton.
Designar a Lew sería una señal a los mercados financieros de que Obama se está tomando en serio el tema de recortar el déficit y reformar el código tributario.
De igual forma, Erskine Bowles, quien fue jefe de equipo de Bill Clinton, se ajusta a ese modelo.
Bowles se convirtió en una celebridad en Washington después de que Obama lo hizo trabajar con el republicano Alan Simpson, al encargar a ambos la elaboración de un plan para recortar el déficit.
El próximo jefe del Tesoro también tendrá que lidiar con la crisis de deuda de Europa y gestionar las complicadas relaciones con China, el mayor acreedor de Estados Unidos y su segundo mayor socio comercial.
Otra parte importante del trabajo será reparar las relaciones del gobierno de Obama con Wall Street y la comunidad empresarial.
Ejecutivos bancarios y empresariales apoyaron al republicano Mitt Romney, rival de Obama en los comicios presidenciales, molestos por lo que consideran mano dura de parte del mandatario en materia de regulación.
Wall Street se ofendió por las nuevas normas nacidas de la crisis financiera del 2007-2009, por las reformas en materia de salud y por lo que percibían como una retórica anticomercial de la Casa Blanca.
Entre otros candidatos que podrían ayudar a fortalecer los vínculos con las empresas están Roger Altman, ex subsecretario del Tesoro de Clinton y cofundador de la firma de inversión Evercore Partners; Sheryl Sandberg, director de operaciones de Facebook, y Laurence Fink, presidente ejecutivo de BlackRock Asset Manager.
Jack Lew
Actual jefe de personal para el presidente Barack Obama; ex director de la Oficina de Administración y Presupuesto.
Erskine Bowles
Jefe de personal en el gobierno de Clinton; copresidente de la Comisión de Responsabilidad Fiscal con Obama.
Sheila Bair
Ex presidenta del Federal Deposit Insurance Corporation.
John Reed
Ex presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York y ex C.E.O. de Citibank.
Jon Huntsman
Ex embajador de Estados Unidos en China y ex-candidato presidencial por el Partido Republicano.