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Tal y como Reporte Indigo reportó en agosto del año pasado, la industria cementera alrededor del mundo está pasando por tiempos de reconfiguración en medio de un entorno difícil.
Quizá una de las mayores sacudidas se anunció esta semana con la revelación de que Holcim y Lafarge, dos de las mayores cementeras del mundo, están en negociaciones avanzadas para fusionarse y formar lo que sería la mayor empresa cementera del mundo.
Bloomberg reporta que Holcim ha enfatizado que un acuerdo definitivo aún no ha sido alcanzado, y que las discusiones todavía podrían ser infructuosas.
De concretarse la fusión, se estima que la nueva empresa combinada alcanzaría ventas anuales de 40 mil millones de dólares, gracias a una capacidad productiva anual de aproximadamente 379 millones de toneladas de cemento.
Esta alianza afectaría a las cementeras mexicanas que están involucradas con estas empresas.
El año pasado Cemex concretó un acuerdo con Holcim para distribuir sus operaciones en Europa y concentrar esfuerzos en diferentes lugares.
Por otro lado, parte importante de Cementos Fortaleza es operada directamente por Lafarge.
Mediante ahorros potenciales en costos energéticos y de sobrecapacidad productiva, Holcim y Lafarge podrían combatir las condiciones económicas adversas que han afectado a la industria cementera alrededor del mundo.
Debido a las condiciones posteriores a la crisis del 2008, las economías del mundo se han visto obligadas a invertir menos en la construcción de viviendas y grandes proyectos de infraestructura, lo que ha reducido considerablemente la demanda por el cemento.
El rol de Cemex
El principal agente económico afectado en México por las pláticas entre Holcim y Lafarge es su competidor Cemex, que se enfrentaría a un rival mucho más fuerte.
La cementera mexicana ha vivido circunstancias difíciles en los últimos años.
De acuerdo con información de The Economist, los ingresos producidos por la industria cementera a nivel mundial llegan a los 250 mil millones de dólares al año.
Sin tomar en cuenta al negocio cementero en China (mismo que representa la mitad de la producción y demanda mundial), el resto del mercado está distribuido en 6 empresas internacionales, las tres mencionadas anteriormente junto con Buzzi, Heidelberg y Italcementi.
La alianza entre Holcim y Lafarge no es algo nuevo en la industria cementera. A menudo estas empresas trasnacionales deben realizar acuerdos de cooperación para mantenerse competitivos.
Tal es el caso de Cemex, que el año pasado realizó un intercambio de activos con Holcim en varios países estratégicos de Europa.
Justo antes de esto, Cemex se vio forzado a cerrar cinco plantas en el mismo continente, incluyendo a países como
En Europa…
Recientemente la cementera se ha visto envuelta en problemas con la autoridad de España por una supuesta deuda con hacienda.
La inspección de la que está siendo parte ha tenido un impacto negativo en su desempeño, pero Cemex afirma que no es un problema con repercusiones trascendentes.
La reconfiguración de la industria cementera todavía no acaba y puede haber más sorpresas en el futuro.
Territorio Slim
Otra alianza que ha concretado Lafarge en México es con Cementos Fortaleza, propiedad de Antonio del Valle y Carlos Slim.
El año pasado se anunció que Elementia se alió con la cementera francesa con el objetivo de alcanzar una producción de 2 millones de toneladas de cemento al año y hacerle competencia a Cemex.
Antes de esta alianza, el director general de Cementos Fortaleza, Antonio Taracena, afirmó que su planta, ubicada en Santiago de Anaya, Hidalgo, tenía capacidad para producir un millón de toneladas al año.
Elementia mantuvo una participación del 53 por ciento en el nuevo negocio, mientras que Lafarge posee el 47 por ciento restante.
Todavía no está claro cómo la nueva alianza con Holcim podrá afectar a la empresa de Slim y del Valle, pero se puede esperar que el dueño de casi la mitad de la empresa vaya a influir en las operaciones que tienen en el país.
Por su parte, es necesario precisar que el 54 por ciento de Elementia le pertenece a Antonio del Valle, mientras que Carlos Slim controla el otro 46 por ciento.
Los intereses de estos agentes económicos están al pendiente de los nuevos anuncios entre Holcim y Lafarge.
La competencia del poderoso Cemex en territorio nacional puede aumentar de manera considerable y cambiar la estructura del cemento mexicano.