Los profesionales en la industria de la informática y Tecnologías de la Información están cambiando el comportamiento del mercado laboral.
La carencia de recursos humanos en las compañías hace que los talentos sean quienes establezcan las condiciones de trabajo, además, ante la falta modelos innovadores en las universidades los “nanogrados” satisfacen la necesidad de conocimiento de los desarrolladores de software.
A nivel mundial una de cada cinco organizaciones presenta problemas para encontrar talento tecnológico cualificado, de acuerdo con el Informe La nueva era del talento tecnológico, elaborado por Experis, firma especializada en gestión de servicios para Tecnologías de la Información (TI) de ManpowerGroup
Además, ManpowerGroup señala que más del 75 por ciento de los empleadores en Tecnologías de la Información no alcanza a cubrir sus vacantes.
“La pandemia obligó a todas las empresas a convertirse en una empresa digital, y simplemente no hay suficientes personas con las habilidades adecuadas para todos”, dice la presidente de ManpowerGroup para Latinoamérica, Mónica Flores Barragán.
La Asociación de Internet MX (AIMX) y OCCMundial presentaron el estudio Educación en línea en México 2022, que muestra que 26 por ciento de las personas bajo la modalidad 100 por ciento en línea busca estudiar una licenciatura o ingeniería, sin embargo, 18 por ciento ya opta por un certificado o diplomado, y esta última tendencia se vislumbra al alza.
“Nos estamos enfrentando al reto de la profesionalización de la educación en línea para solventar la demanda actual de los aspirantes, por ello las instituciones que generen modelos educativos integrados (Phygital: físico-digital) podrán desarrollar propuestas de valor contundentes y altamente atractivas”, sostuvo Lina Rodríguez, Vicepresidenta de Educación y Cultura de la Asociación de Internet MX.
De acuerdo con una encuesta realizada por Linux Foundation, 73 por ciento de los profesionales informó que sería fácil encontrar un nuevo empleo con una certificación en código abierto.
Por su parte, la consultora PageGroup pronostica que habrá un déficit de 48 por ciento de mano de obra digital en América Latina para finales de año.
Persiste la crisis
Ángel Fabián Rodríguez Ávalos es ingeniero de Software y trabaja para una compañía que desarrolla videojuegos a nivel mundial, aunque sus inicios fueron en Baja California actualmente se desempeña en Canadá.
“La falta de talento vino como un efecto secundario de la pandemia de COVID-19, muchos ingenieros empezaron a repensar su vida, algo que nunca había visto en los 12 años que llevo de carrera; las prioridades cambiaron”.
Señala que particularmente en Estados Unidos y Canadá personas del ramo tecnológico decidieron lanzar sus proyectos, “como cafeterías. Son personas muy talentosas que dejaron las empresas, lo que se traduce en una carencia continua de talento”.
Rodríguez Ávalos estudió hasta la secundaria, sus conocimientos los ha adquirido de manera informal, mediante cursos, lecturas y capacitaciones a los que invierte alrededor de cinco horas a la semana, una dinámica a la que el 75 por ciento de su equipo también ha recurrido.
“Actualmente los conocimientos se pueden obtener sin la necesidad de acudir a una escuela tradicional. Hay muchas plataformas que te dan cursos especializados en diferentes tecnologías: UDEMY, Coursera, Google o Amazon”.
El riesgo de las microcertificaciones en Tecnologías de la Información
Jorge Luis Íñiguez, director de Innovación y Estrategia de Producto de Pearson, asegura que el modelo educativo debe renovarse y con ello atender la alta demanda de profesionistas que no se está cubriendo.
“Los empleadores se quejan de que las universidades no están cubriendo esa necesidad, lo que da paso a un modelo más perfeccionado en cuanto aprendizaje: Lifelong Learning, es decir, basado en competencias y habilidades que se adquieren de manera permanente”.
El especialista señala que existe una brecha enorme entre las habilidades que se adquieren en la educación universitaria y los conocimientos que requieren los empleadores.
“Organizaciones como la Unesco o se dan cuenta de que la demanda de esta educación basada en el desarrollo de habilidades empieza aumentar de manera exponencial, por lo que empiezan a surgir los nanogrados o las microcredenciales”.
Sin embargo, persisten puntos a considerar al momento de buscar uno de estos nanogrados.
“Es importante investigar quién está detrás de esa microcertificación, debe haber un respaldo académico y un ente que certifique que la habilidad que se adquiere cumple con todas las bases y hay un proceso y mecanismo de mejora que revisa si el conocimiento se adquiere de manera efectiva”.
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