Carlos Slim y sus negocios ya no son tema de conversación exclusivo en México.
Bloomberg, la corporación de información financiera, reportó ayer que un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos lanzó fuertes críticas al multimillonario mexicano Carlos Slim por supuestamente estar aprovechándose de los más pobres en ese país.
Slim, quien maneja la empresa América Móvil, provee servicio de celular a más de 250 millones de clientes alrededor del mundo.
Desde el 2008, Barack Obama impulsó un programa que subsidia el pago de teléfono a los más pobres de su país, para que puedan recibir llamadas de trabajo y desarrollarse profesionalmente. Tal fue el apoyo que buscaron, que actualmente invierten 2.2 mil millones de dólares para poder asistir a los más necesitados.
Tal programa de apoyo llega hoy a más de 15 millones de familias que reciben un subsidio federal para el pago de sus celulares, en base al costo de operación de la empresa de celular que elijan contratar.
El programa tiene un límite de ingreso familiar, que acepta a aquellos que viven con solamente el 35 por ciento más que la línea de pobreza federal, el cual marca un nivel de subsistencia marginado.
Este programa, llamado “Lifeline”, subsidia a compañías de teléfonos celulares que trabajen con el fin de ayudar a los más pobres.
Bajo este contexto, la compañía TracFone Wireless, subsidiaria de América Móvil, ofrece planes de servicio celular de prepago en todo Estados Unidos. La empresa tiene actualmente más de 80 mil tiendas en Estados Unidos.
El programa “Lifeline” otorga cerca de un cuarto de sus fondos, valuados por encima de los
550 millones de dólares, a TracFone Wireless.
Pero, desde el 2008, la empresa TracFone Wireless ha ido anunciando que sus costos van en aumento, muy por encima de la competencia en el mercado abierto.
Tal ha sido el caso, que sus costos han aumentado hasta tres veces más en los últimos cinco años y el cargo ha sido pagado por el gobierno de Estados Unidos.
El subcomité de la Cámara de Representantes está buscando remover el subsidio, al ver los grandes huecos en su regulación, que limita el beneficio que los usuarios están recibiendo, y permiten que una parte importante del fondo se vaya a las empresas que ofrecen el servicio telefónico.
La defensa de los demócratas
Mientras que la mayoría de los que están impulsando reducir el subsidio al programa, y que toman a Slim como ejemplo de porqué el programa no funciona, son republicanos; mientras que la minoría demócrata en la Cámara de Representantes busca proteger el programa para que no sufra una reducción de presupuesto.
El apoyo de los demócratas se basa en que, mientras que el programa “Lifeline” tiene aspectos que permiten el beneficio empresarial, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) está trabajando en regular tal programa.
¿Será que la crítica que le llueve al empresario mexicano por parte de la bancada republicana sea solo una motivación política para frenar uno de los programas sociales de Obama que se estima más indefenso a posibles recortes presupuestales?
No muy querido en México
El hombre más rico del mundo no dirige la compañía más popular en México, ya que algunas de sus estrategias comerciales han sido repudiadas e incluso causas de intervención por distintos órganos reguladores.
Hablando de protección del consumidor, podemos recordar la reciente demanda que impuso Profeco a Telcel por cobrar servicios extras sin anunciarle a los consumidores.
Pero además, desde hace algunos meses se han llevado otras demandas colectivas por fallas en el sistema que dejan a los usuarios sin posibilidad de comunicarse mientras tienen que pagar los contratos.
Debido a que cuenta con el 70 por ciento del mercado mexicano de telefonía celular, se han permitido cobrar tarifas altas. México es de los países que paga más por este servicio.
De igual manera la Cofeco ha impuesto recursos en contra de Telcel debido a las barreras a la entrada que ha generado en contra de sus competidores. Particularmente se le acusa de que imponía altas tarifas de interconexión a Movistar para retener a los usuarios.
Este tipo de acciones, que el gobierno estadounidense busca frenar para que las compañías de Slim no puedan gozar de beneficios extraordinarios, han sido llevadas a cabo en otros países, como Colombia.
El miedo de que monopolice el mercado de telefonía móvil en distintos países es imperante y ha puesto por tanto en mira a las autoridades regulatorias para no permitir que el consumidor termine pagando los costos sociales.
Carlos Slim
y los pobres
¿Cómo los afecta
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