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Saudi Aramco, la firma petrolera más grande del mundo, anunció que invertirá 18 mil millones de dólares en las Américas en los próximos cinco años. El plan prioriza la inversión en su subsidiaria estadounidense de refinación Motiva Enterprises, de acuerdo a un comunicado de la empresa.
En ese sentido, México emerge como un destino atractivo de inversión, considerando que se está implementando una reforma energética que abre oportunidades en todos los niveles del sector: desde exploración y producción, hasta refinación, almacenamiento y transporte de gasolinas.
La semana pasada, José Antonio González Anaya, director general de Pemex, realizó una gira por Medio Oriente en la que se entrevistó con directivos de petroleras de Arabia Saudita.
Como parte de la agenda, se reunió con el presidente de Saudi Aramco, Amin Nasse, con quien abordó oportunidades de colaboración conjunta.
De acuerdo a un comunicado de Pemex, González Anaya dijo que “México es un buen lugar para invertir y Pemex un socio local estratégico para lograrlo”.
Saudi Aramco registra una producción cercana a los 10 millones de barriles diarios y es pionera en la formación de capital humano y desarrollo de investigaciones de última generación en el sector energético.
La compañía planea realizar una oferta pública inicial en el mediano plazo, la cual representaría la mayor salida a bolsa de una compañía en la historia, lo que valuaría a Saudi Aramco hasta en 2 billones de dólares, según estimaciones del ministro de Energía de Arabia Saudita.
El anuncio de la firma saudita ocurre en el marco de un esfuerzo de las autoridades económicas de Arabia Saudita por diversificar su economía. La inversión en Motiva Enterprises pretende incrementar su capacidad de refinación y expandir las operaciones comerciales de la división química de la compañía.
Reforma en acción
A pesar de que las leyes secundarias y reglamentos de la reforma energética no se han implementado a cabalidad, la apertura del sector se ha traducido en nuevas fuentes de inversión para el país.
La esperada cuarta fase de la Ronda Uno, en la que se licitaron campos de aguas profundas, asignó nueve de las once áreas concursadas. La Secretaría de Energía espera una inversión de 41 mil millones de dólares.Sin embargo, la exploración y producción de campos petroleros no es el único foco de atención para los inversionistas globales.
Texas, la región donde la producción petrolera ha crecido más en los últimos cinco años, también se ha beneficiado de la apertura energética mexicana.
Las firmas Raven Petroleum y MMEX Resources tienen planes para construir refinerías en Texas cerca de la frontera, cuyo principal objetivo será refinar petróleo shale para satisfacer la demanda de México.
Asimismo, el fondo de inversión Blackstone Group compró el operador de ductos EagleClaw, en una operación valuada en dos mil millones de dólares, con la finalidad de exportar gas a México.Blackrock, dijo que que el sector energético en México será una prioridad de inversión.
