No, el COVID-19 no es la raíz de las deficiencias económicas del país. Indicadores como la Inversión Bruta Fija y el Consumo Privado en el Mercado Interno, registraron caídas consecutivas incluso meses antes de que el virus del SARS-CoV-2 derivara en un paro económico en 2020.
En el segundo trimestre de 2020 la inversión y el consumo reportaron su debilitamiento más dramático pero ambos registraron caídas consecutivas de 22 y 12 meses respectivamente.
El consumo privado y la inversión representan el 85 por ciento del PIB y por su magnitud dan un panorama muy completo de la situación que vive la economía nacional, explica José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El viernes pasado, el INEGI dio a conocer los resultados de la Inversión Fija Bruta y el Consumo Privado en el Mercado Interior hasta noviembre de 2020 que mostró una variación anual porcentual real de menos 18.8 por ciento y menos 11.5 por ciento, comparada con el mismo periodo de 2019.
Con respecto al mes anterior inmediato, el Indicador Mensual del Consumo Privada en el Mercado Interior (IMCPMI) de noviembre registró un aumento real de 3 por ciento. Por componentes, el consumo de Bienes de origen importado avanzó 20.4 por ciento y los bienes y servicios de origen nacional avanzó 0.9 por ciento.
“La caída del consumo está mostrando lo contrario, un deterioro en el bienestar y que los programas sociales no alcanzan a compensar la precarización del mercado laboral”, explica el especialista.
En el caso de la Inversión Fija Bruta (IFB), que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de la construcción, se registró un aumento en términos reales de 2.3 por ciento en noviembre con respecto al mes anterior. Por componentes, los gastos en maquinaria y equipo total disminuyeron en 14.1 por ciento, así como en construcción con menos 9.9 por ciento.
“La inversión en esencia muestra la situación financiera de las empresas, su capacidad realmente de poder adquirir nueva maquinaria, nuevo equipo, de construir y además la prospectiva, es decir, qué perspectiva tienen en el mediano plazo, porque muchas veces la inversión lo que está mostrando y observa que la economía funcionará mejor en los siguientes doce meses , dos años”.
El especialista apunta que aunque la caídas más dramáticas de estos indicadores ocurrieron durante mayo de 2020, uno de los meses con mayor cantidad de actividades suspendidas por las medidas de confinamiento establecidas para tratar de contener la pandemia de COVID-19, ambos muestran niveles similares a los que se registraron hace 10 años, en el caso de la inversión, y de seis años, respecto al consumo.
Por ello, advierte que la debilidad de ambos obedece a un rezago estructural, ante la falta de planeación y generación de un plan robusto de inversión y el fortalecimiento del empleo que se refleja de manera directa en el consumo.
“Es necesario tener proyecto de mediano y largo plazo en desarrollo de infraestructura, hay oportunidad porque México tiene muchos rezagos en materia de infraestructura carretera, puentes, aeropuertos, puertos, infraestructura básica, drenaje, agua para poblaciones más marginadas, de igual forma modernizar la infraestructura para tener mejores telecomunicaciones, acceso a internet, energías renovables”, detalla de la Cruz Gallegos.
Otro aspecto que puede aprovechar el gobierno federal es la recuperación económica que muestra Estados Unidos y que implica un aumento en la demanda de productos y servicios, así como el interés de diversas empresas para establecerse en México y con ello atraer la inversión extranjera.
Además apunta que el paquete de inversión coordinado entre el gobierno federal y la inversión privada presentado en noviembre de 2020 e integrado por 29 proyectos, con una inversión total de 228 mil millones de pesos y que agrupa proyectos de comunicaciones y transportes, energía, agua y medio ambiente; así como proyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador como el Tren Maya y la Refinería en Dos Bocas, Tabasco, no son suficientes para revertir la caída en la inversión, explica el director del IDIC.