Repatriar para igualar

México tiene una larga tradición de evasión fiscal y de ocultamiento de capitales no declarados en el exterior. El año pasado, Aristóteles Núñez, quien entonces dirigía el Sistema de Administración Tributaria, anunció que 33 personas estaban bajo investigación por presuntos nexos con el escándalo de los Panama Papers.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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En enero, el presidente Enrique Peña Nieto expidió un decreto de repatriación de capitales mediante el cual, las personas físicas y morales han sido capaces de retornar al país los recursos mantenidos en el extranjero
El programa de repatriación de capitales tiene vigencia; su terminación estaba originalmente proyectada para el 19 de julio, sin embargo  se extendió el plazo hasta octubre

México tiene una larga tradición de evasión fiscal y de ocultamiento de capitales no declarados en el exterior. El año pasado, Aristóteles Núñez, quien entonces dirigía el Sistema de Administración Tributaria, anunció que 33 personas estaban bajo investigación por presuntos nexos con el escándalo de los Panama Papers.

Este número pudiera parecer insignificante, pero la investigación periodística que analizó los millones de documentos filtrados del despacho Mossack Fonseca encontró que había un común denominador en el perfil de los usuarios de paraísos fiscales y empresas fantasma. Se trataba, la mayoría de las veces, de figuras cercanas al gobierno o de empresarios de élite.

En México, la investigación señaló, entre otros, a Juan Armando Hinojosa, propietario de la constructora Higa; a Emilio Lozoya, ex director de Pemex; y a Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas (Elektra, TV Azteca, etc.).

Ahora, un año después de que el escándalo de los Panama Papers salió a la luz, el Gobierno federal intenta regularizar y fiscalizar el dinero que los mexicanos tienen en el exterior.

En enero, el presidente Enrique Peña Nieto expidió un decreto de repatriación de capitales mediante el cual, las personas físicas y morales han sido capaces de retornar al país los recursos mantenidos en el extranjero, pagando una tasa reducida del Impuesto Sobre la Renta de 8 por ciento sobre el saldo repatriado.

La administración de Peña Nieto refiere que, entre enero y julio, el programa ha logrado repatriar 76 mil millones de pesos.

Este proceso está sujeto a que los capitales permanezcan invertidos al menos dos años en bienes de activo fijo, terrenos y construcciones, proyectos de investigación y desarrollo de tecnología, pago de pasivos a partes independientes, o inversiones en instituciones financieras en México.

El programa es temporal; su terminación estaba originalmente proyectada para el 19 de julio. Sin embargo, el Gobierno federal decidió extender el plazo hasta octubre.

Se espera que al final de este periodo hayan sido repatriados más de 100 mil millones de pesos, de acuerdo a estimaciones oficiales.

Cooperación internacional

Luis Liñero, socio de impuestos y servicios legales de Deloitte, argumenta que el decreto del presidente Peña Nieto tiene dos objetivos. El primero, estimular a la economía a través de la inversión productiva. El segundo, generar un ingreso tributario adicional para el Estado.

El decreto de repatriación de capitales se expidió como un paso previo a la entrada de México a un convenio multilateral  en materia fiscal para evitar la doble tributación. El acuerdo, auspiciado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se basa en el intercambio de información y entrará en vigor en agosto.

Economistas como Joseph Stiglitz, Premio Nobel 2001, han insistido en que la coordinación fiscal internacional es un elemento clave para combatir la desigualdad de ingreso y la excesiva concentración de riqueza.

Desde su punto de vista, los paraísos fiscales inhiben la capacidad de los gobiernos para elevar los impuestos y financiar un Estado de Bienestar, que permita igualar las oportunidades de movilidad social entre ricos y pobres.

Impuestos y desigualdad

En el 2014, la obra “El Capital en el Siglo XXI” del economista francés Thomas Piketty puso a la desigualdad en el centro del debate público. Piketty sugirió elevar los impuestos al capital, a niveles de hasta 80 por ciento para poder garantizar un escenario de igualdad de oportunidades. Desde su óptica, este impuesto es razonable porque las grandes riquezas del siglo XXI parten, no de un esfuerzo de innovación o de ganancias de la productividad, sino de concertaciones con el poder político o de herencias no fiscalizadas.

No obstante, la solución de Piketty encontraría poca resonancia en una realidad actual,  en la que los países compiten en una “carrera hacia el fondo” para ofrecer tasas impositivas que garanticen su competitividad fiscal y que atraigan inversión productiva.

En ese sentido, las medidas de repatriación de capitales emergen como propuestas atractivas para la regularización de recursos no fiscalizados en el exterior. Ésta es una política que ha encontrado eco hasta en los proyectos fiscales que privilegian el recorte de impuestos, como la reforma tributaria que la administración de Donald Trump pretende implementar.

El gobierno estadounidense espera que una política de repatriación del 10 por ciento sea suficiente para atraer los miles de millones de dólares que las compañías mantienen en el exterior. Apple es el ejemplo más notable. Los 250 mil millones de dólares que la firma registra en su hoja de balance se encuentran en cuentas fuera de Estados Unidos, debido a consideraciones fiscales.

Para México, la fragilidad fiscal es mucho más crítica. De los 35 miembros de la OCDE, éste es el país que menos recauda en términos del producto interno bruto (17.4 por ciento contra el 34.3 por ciento promedio de los países miembros).

Esto explica, también, por qué  México es el segundo país con mayor desigualdad de ingreso (medida por el coeficiente Gini) entre los miembros de la OCDE.

A detalle

La medida ha superado lo esperado en el retorno de capitales al país

>> 76,000

Millones de pesos han regresado a México, entre enero y julio de este año, por el decreto de repatriación de capitales

>> 8%

Es la tasa de Impuesto Sobre la Renta que debe ser pagada sobre el saldo del capital repatriado

>> 17.4%

Del PIB es el equivalente de la recaudación tributaria de México, según la OCDE

>>  34.3%

Del PIB es el equivalente de la recaudación tributaria promedio de un país miembro de la OCDE

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