La relación entre los candidatos y el empresariado mexicano se hace visible en medio de la campaña presidencial

¿Cómo se ha ido construyendo el diálogo entre los hombres y mujeres de negocios del país y quienes aspiran a dirigir el rumbo político y económico de México?
Gabriel Nava Gabriel Nava Publicado el
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Los encuentros que han sostenido empresarios mexicanos y quienes aspiran a gobernar el país reflejan la relación que tendrá la persona que logre llegar al poder con empleadores, patrones e inversionistas.

México cuenta con más de cinco millones de establecimientos económicos, entre micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); un ecosistema que no puede desligarse de las decisiones políticas que se toman en el país, ya que las estrategias de desarrollo industrial o empresarial, por ejemplo, pueden definir la continuidad de sus actividades productivas.

Por ello, resulta imprescindible que el sector empresarial genere un canal de comunicación eficiente con las personas que competirán por la presidencia del país, con el propósito de transmitirles las necesidades y preocupaciones que perciben, pero también para entender cómo funcionarán las cosas, en materia regulatoria y económica, de cara al próximo sexenio, señala a Reporte Índigo José Medina Mora, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

“El primer desafío que tiene la próxima presidencia es recuperar la seguridad, ya que afecta a las empresas, a las personas y a las familias; de la mano de la seguridad, la justicia y la paz tiene que haber Estado de derecho, que se respeten las leyes y que exista certidumbre jurídica para las inversiones, además de la disposición de energía, y limpia; si se dan esas condiciones en el corto plazo el país puede retomar un mayor crecimiento”, destaca el dirigente empresarial.

Y es que, actualmente, por cada 10 mil establecimientos, al mes mueren 71 y nacen 61, según expone la última edición del “Estudio sobre la demografía de los negocios”, elaborada por Inegi; una condición que refleja el limitado avance en materia de creación de riqueza ante la falta de estímulos, la creciente violencia y elevada corrupción, señala el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.

De lo anterior que el acercamiento con empresarios, inversionistas y hasta representantes de la industria de la construcción resulten trascendentales para visibilizar la postura que Xóchitl Gálvez, Jorge Álvarez Máynez y Claudia Sheinbaum tienen ante los hombres y mujeres de negocios en el país.

Brindar certidumbre y no estigmatizar al empresario, la estrategia de Gálvez

En el marco del diálogo que Coparmex ha sostenido con aspirantes a la presidencia de México, Xóchitl Gálvez, candidata por la alianza “Fuerza y Corazón por México”, plantea que su propuesta para incentivar el desarrollo empresarial parte de generar un Estado de derecho óptimo, además de ampliar la oferta de energía limpia y barata; también facilitar que el capital humano pueda integrarse al mercado laboral e invertir en infraestructura, pero sobre todo, dejar de señalar a los propietarios de empresas y establecimientos como personajes dañinos, incluso obstaculizándolos desde el sector público.

“Estoy aquí para acompañarlos y escuchar a un México donde sus empresarios no son los corruptos que el presidente quiere poner; son gente que le chinga todos los días, que trabaja duro, que se la juega por el país en las buenas y en las malas; fue Coparmex quien propuso subir el salario mínimo, y somos nosotros, los empresarios, los que hacemos realidad el pago de ese salario, y los políticos lo presumen, cuando hay políticos que en su maldita vida han ido a dar de alta a un trabajador al Seguro Social”, puntualiza Gálvez.

Por un empresariado crítico y alejado del poder, el deseo de Máynez

Dentro del foro empresarial Jorge Álvarez Máynez, aspirante a la presidencia del país por Movimiento Ciudadano, celebra la postura de la Coparmex ante la actual administración, ya que considera que los empleadores y propietarios de negocios no deben de ser sumisos al gobierno, porque tal postura genera un contubernio, con el sector público, que busca beneficios; por lo que, de llegar al poder, buscará impulsar los incentivos jurídicos, energéticos y de justicia para que el empresariado aporte lo necesario para generar bienestar en la población y justicia intergeneracional.

“Me planteo una relación con los empresarios del país de diálogo, de armonía, de complementariedad y de absoluto combate a la corrupción y el tráfico de influencias; hay que apostarle a que México sea un país de empresarios y de empresarias, no de traficantes de influencias ni de amigos del poder”, expone Máynez.

Controversia por la prosperidad compartida y los desaires de Sheinbaum

La ausencia de Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” en el foro de Coparmex se suma a la lista de eventos con empresarios donde la puntera en las encuestas no acude, aludiendo a compromisos en la agenda, y donde figuran el espacio convocado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y la reunión anual de Citibanamex; una postura donde se prioriza el contacto con la ciudadanía, antes que los grandes grupos económicos, como lo ha expuesto en sus discursos la exjefa de gobierno de la Ciudad de México.

“A veces creen que MORENA está en contra de los empresarios, nada más falso; o que el partido está en contra de la propiedad privada, falso; nosotros lo que queremos es que todos tengamos acceso a los derechos, y cuando eso ocurre, a todas y todos les va bien; cuando decimos que en México debe de haber prosperidad compartida, es porque la prosperidad no se puede quedar en unas cuantas manos”,  resalta Sheinbaum en un evento de campaña en la alcaldía Miguel Hidalgo.

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