Reestructura fiscal

La reforma fiscal impulsada en el sexenio pasado debe cambiar, ya que no cubre con las necesidades tributarias de la Cuarta Transformación

México está en transición. Para que el actual gobierno dirigido por el presidente Andrés Manuel López Obrador funcione de la manera que propone, es necesario que la reforma fiscal actual se cambie por una nueva que se adapte a las necesidades de su gobierno.

Desde el sexenio pasado, la reforma fiscal promulgada en 2014 por el expresidente Enrique Peña Nieto causó polémica, pues se prometió la eliminación de sistemas especiales de tributación que beneficiaban solo a los grandes grupos empresariales al pagar menos impuestos de los que les correspondían.

Asimismo, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo que con la reforma se recaudarían 55 mil 700 millones de pesos, con la finalidad de aumentar 1.4 por ciento el Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo ninguno de las dos propuestas anteriores se cumplió.

17.4
por ciento incrementaron los ingresos tributarios de México entre 2014 y 2015

Previo a su llegada a Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso afirmó que no se incrementarían ni generarían nuevos impuestos para los contribuyentes, sin embargo, no especificó de dónde saldrían los recursos que faltan y tampoco si la recaudación estimada cumpliría con todos sus compromisos de gasto, inversión y programas sociales.

Para que México logre llegar a sus objetivos de crecimiento económico, la creación de una reforma tributaria integral es impostergable, pues con ella se sentarán las bases de la economía mexicana.

De concretarse, ayudaría a la competitividad nacional para que se iguale o aventaje la oferta fiscal de los países con que compite, los cuales ofrecen esquemas en donde los impuestos al gasto son la base de la recaudación.

México logró incrementar en 2.3 puntos porcentuales del PIB sus ingresos tributarios entre 2014 y 2015, para ubicarlos en 17.4 por ciento, aunque esta cifra es significativa, aún está lejos de los índices de otras economías, como el 32 por ciento de Brasil, el 32.1 por ciento de Argentina y 20.6 por ciento de Chile, de acuerdo con el documento Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2017, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Edilberto Castro, consultor fiscal, explica que de no tomarse la decisión en este momento de crear una nueva reforma fiscal, una de las ventajas que se tendría con el modelo actual, es que de alguna manera es un sistema que ya se conoce y eso genera confianza, la desventaja es que no se están pagando impuestos para incentivar mayor producción tanto para las personas físicas como para las morales.

“Lo ideal es implementar una reforma que considere nuevas obligaciones y tasas de impuestos menores para las personas físicas y morales. Algo que además de ser sencillo pueda entender la población”
Edilberto CastroConsultor fiscal
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