El pollo proveniente de Estados Unidos y Brasil busca apoderarse del mercado mexicano. La importación de 931 mil toneladas de pierna, muslo y pechuga a precios dumping ha limitado la producción y ganancias del sector avícola de México.
Cada año, los productores nacionales dejan de criar 250 millones de aves, cifra que representa una pérdida de 13 mil 362 millones de pesos, de acuerdo con un estudio realizado por la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
Este quebranto no es reciente, ya que comenzó con la gripe aviar que puso en riesgo a este sector en 2012. Ante la problemática y para evitar el desabasto, la Secretaría de Economía (SE) abrió un cupo de importación de carne de pollo por 300 mil toneladas, acción que fue aprovechada desde entonces por Estados Unidos y Brasil para expandir sus negocios.
En 2013, los brotes de influenza aviar pudieron ser controlados y eliminados de forma oportuna. México ya estaba listo para recuperar su producción y con ello dejar de depender del cupo de importación que se abrió, sin embargo, esto no pasó y hasta la fecha la medida que tomaron las autoridades de la SE permanecen vigentes.
Desde ese entonces, la UNA denunció ante la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales (UPCI) que la elevada importación de carne de pollo a México procedente de esos países se realizaba bajo un esquema desleal de dumping, lo cual comenzaba a afectar las finanzas de los productores nacionales.
Como resolución final de la investigación antidumping, la UPCI determinó por segunda vez en 2018 que sí existieron ventas de pierna y muslo provenientes de Estados Unidos por debajo de sus costos de producción.
Juan Manuel Gutiérrez Martín, presidente del Consejo de la Unión Nacional de Avicultores, asegura que después de que se comprobó el dumping, la UPCI impuso cuotas compensatorias de 25 a 127 por ciento para las empresas que resultaron afectadas por este ejercicio.
Pollo, Industria con vuelo
México es el sexto país productor de pollo en el mundo, tiene un consumo per cápita de 33 kilogramos por persona.
Al año, la industria avícola crece entre 3 y 3.5 por ciento, podría aumentar hasta un 6 por ciento si el cupo de importación abierto a otros países se reduce.
Este sector tiene un peso importante en la economía nacional, está posicionado en el tercer lugar dentro del valor de la producción agropecuaria solo por debajo de la carne de res y el maíz. Se espera que al finalizar este año, el volumen de producción alcance 3.6 millones de toneladas, que representaría un incremento de 2.9 por ciento en comparación con el año anterior, de acuerdo con estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
Víctor Valdez, miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Zootecnia, comenta que el ave es un gran mercado y tiene buena demanda durante todo el año, sin embargo, argumenta que el precio de venta de pollo vivo recogido en granja está por debajo del costo de producción real equivalente a un kilo de carne.
“El precio del pollo es muy volátil, está sujeto a la oferta y demanda. Por un kilo de carne se paga entre 24 y 25 pesos, pero el costo de producción es de 20 a 21 pesos, lo que da a los productores apenas y el margen para operar”.