Las últimas cifras sobre el crecimiento económico abrieron el debate entre los analistas sobre si la economía mexicana está al borde de una recesión técnica o si solo se encuentra en una fase de estancamiento.
El Inegi reportó que la economía de México cayó por tres trimestres consecutivos, algo que en términos estrictos significa una recesión técnica, sin embargo, existen otros indicadores como la tasa de desempleo que se ubica en 3.5 por ciento y la inflación que se sitúa en 3.10 por ciento que sugieren que el país aún está lejos de una recesión.
Durante el primero y segundo trimestre de 2019 la economía mexicana registró caídas continuas de 0.1 por ciento, de acuerdo con los datos del Inegi.
Para el tercer trimestre las cosas no mejoraron, durante el periodo comprendido entre julio y septiembre la economía perdió fuerza y reportó un magro crecimiento de 0.0 por ciento, en comparación con el 0.4 por ciento que se registró en el mismo periodo del año anterior.
Antonio Sandoval, analista independiente de temas económicos, asegura que los factores que influyeron en esta desaceleración se relacionan todavía con la cancelación del Nuevo Aeropuerto y la falta de inversión. Asimismo, comenta que, aunque México haya pasado por una fase de recesión técnica durante los primeros dos trimestres, en este momento se encuentra en periodo de estancamiento.
“A este ritmo, y si no se toman las medidas necesarias para remediar la situación, se podría incrementar la pobreza y la desigualdad. A pesar del panorama, México está muy lejos de una vivir una recesión como la que se produjo en 2008, hay una gran diferencia entre desaceleración económica interna y una crisis que se produjo por factores externos”, detalla el economista.
Efecto negativo en la economía mexicana
Los resultados del sector primario son los que han evitado una mayor caída del PIB. Durante el tercer trimestre del año registró un crecimiento de 5.4 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad, el más alto que se reportó desde el mismo periodo del 2014.
No obstante, el comportamiento sobresaliente del sector primario no puede compensar la recesión que se observa en el sector secundario. Hasta el momento se han contabilizado 12 caídas consecutivas a tasa anual ocasionadas por la falta de inversión productiva en sectores clave como la construcción, metalmecánica, minero, automotriz y de exportación.
Las actividades secundarias disminuyeron en un 0.1 por ciento durante el trimestre comprendido entre julio y septiembre frente al trimestre previo.
Juan Pablo Galicia, analista político, argumenta que, a pesar de que la economía no crezca, no quiere decir que se esté en medio de una catástrofe, pero si es una situación preocupante porque habla de que los recursos con los que cuenta el gobierno ya no alcanzan para todas las personas que viven en el país.
“El problema de que la economía se estanque es que no se está tomando en cuenta que la inflación se debe de ajustar y adecuar al crecimiento poblacional, por más que el crecimiento de un año suene igual al previo no es lo mismo, porque siempre se tendrá que repartir el dinero entre más personas”.