A pesar del contexto global actual, caracterizado por la volatilidad y la incertidumbre en términos geopolíticos, logísticos y hasta macroeconómicos, los líderes de las principales empresas del mundo muestran optimismo sobre el clima de negocios que se muestra a futuro.
Luego de una pandemia, conflictos armados, presiones inflacionarias no registradas previamente y las previsiones de una desaceleración económica generalizada, los directores ejecutivos (CEOs, por sus siglas en inglés) de las empresas más grandes del mundo han entendido que los riesgos llegaron para quedarse, y resulta necesario comprender el rumbo que tomará el mundo para poder conservar su lugar dentro de los mercados internacionales.
Por ello, 33 por ciento de 300 CEOs de diversas regiones y sectores entrevistados por la consultoría Arthur D. Little consideran realizar inversiones significativamente superiores en comparación a los niveles que ya han venido registrando, impulsadas principalmente por un sentimiento positivo sobre el panorama económico global que observan a futuro, revela el estudio “CEO Insights” de este año.
“La gran mayoría de los CEO´s, prácticamente dos tercios, se sienten muy optimistas sobre las perspectivas del ambiente de negocios para los próximos tres años debido a que se considera que se están sorteando los riesgos de recesión de los que se hablaban hace no mucho; afortunadamente las perspectivas ahora lucen más favorables en las economías más desarrolladas, aunque todavía persisten niveles de preocupación elevados por la inflación, pero las acciones de diversos bancos centrales han ayudado mucho, permitiendo que a futuro las empresas adquieran financiamiento con unas mejores condiciones crediticias”, expone a Reporte Índigo, Rodolfo Guzmán, managing partner para América Latina en Arthur D. Little.
Al respecto, destaca el contraste entre los señalamientos emitidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de 2022 en torno a que lo peor estaría por llegar para millones de personas a nivel mundial en forma de recesión, y que actualmente han sido sustituidos por una condición de “aterrizaje suave”, es decir, una disminución en el ritmo de crecimiento de la economía global menor a la esperada.
“Durante el segundo semestre del año (2023), la actividad económica mundial fue resiliente, puesto que los factores de la oferta y la demanda respaldaron las principales economías. Por el lado de la demanda, la mayor solidez del gasto público y privado apoyó la actividad económica, a pesar de las condiciones monetarias restrictivas. Por el lado de la oferta, el aumento de la participación en la fuerza laboral, el restablecimiento de las cadenas de suministro y el abaratamiento de los precios de la energía y las materias primas tuvieron efectos positivos, pese a las renovadas incertidumbres geopolíticas. Esta resiliencia continuará.”, ha señalado el organismo internacional sobre la perspectiva que tiene a corto plazo.
Los nuevos paradigmas para el crecimiento empresarial
Ante un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, el uso de innovaciones como la inteligencia artificial, la adopción de los criterios ESG( ambientales, sociales y de gobierno corporativo, por sus siglas en inglés) en la operatividad empresarial y el apoyo gubernamental figuran entre las tendencias que los CEOs observan tomando fuerza dentro de la gama de opciones necesarias para tener éxito dentro del mundo de los negocios, se expone en el estudio.
Por ejemplo, la implementación de tecnología predictiva con motivos de automatización de procesos figura como la variable más importante para el crecimiento futuro de una empresa, de acuerdo con tres de cada 10 CEOs consultados; al mismo tiempo que las iniciativas ESG cobran mayor importancia que antes para el 24 por ciento de la encuesta, estableciendo que ya es parte habitual del negocio cumplir con ellas.
“La combinación de un mayor proteccionismo y mayores programas y subsidios en torno a la descarbonización y otras áreas está brindando nuevas oportunidades y cambiando las actitudes de los directores ejecutivos hacia la intervención estatal. Un tercio a nivel mundial lo ve ahora como un motor útil para el crecimiento a largo plazo, y un porcentaje similar lo ve como positivo para el crecimiento a corto plazo, en comparación con el 37 por ciento del año pasado”, de acuerdo con la consultoría Arthur D. Little.
En medio de una competencia feroz, las empresas compiten
El optimismo mostrado por los dirigentes de las empresas más grandes del mundo se da en el marco de la acogida de toda una nueva serie de criterios y procesos en cada sector y región existente, pero también en medio de una disputa por los grandes mercados internacionales, en donde jugadores consolidados han perdido su lugar como líderes y nuevas empresas han ganado terreno que era impensable años atrás.
El sector automotriz, donde antiguamente lideraban marcas estadounidenses y que actualmente se mantiene en pugna por el avance de marcas orientales; o los rubros de la computación y telefonía móvil que fueron dominados por una sola empresa durante las últimas décadas, pero que ahora son absorbidos por grandes competidores chinos son claro ejemplo.
