Puerto Rico provoca incertidumbre

Puerto Rico podría estar al filo de la quiebra por la deuda pública. Y es que teniendo una deuda de 87 mil millones de dólares, cada uno de los 3.7 millones de habitantes tendría que pagar aproximadamente 23 mil dólares.

El Estado Libre Asociado de Puerto Rico, llamado así oficialmente, tiene un estatus de territorio no incorporado a los Estados Unidos, pero a su población se le reconoce como ciudadanos estadounidenses desde 1917. 

13.5%
es el nivel de desempleo que tienen en Puerto Rico
La calificadora Fitch degradó la calificación crediticia puertorriqueña a –BBB, colocándolo en el nivel más bajo de la categoría grados de inversión
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Puerto Rico podría estar al filo de la quiebra por la deuda pública. Y es que teniendo una deuda de 87 mil millones de dólares, cada uno de los 3.7 millones de habitantes tendría que pagar aproximadamente 23 mil dólares.

El Estado Libre Asociado de Puerto Rico, llamado así oficialmente, tiene un estatus de territorio no incorporado a los Estados Unidos, pero a su población se le reconoce como ciudadanos estadounidenses desde 1917. 

La isla caribeña, como muchos de los países latinoamericanos, sufre de diversas problemáticas, como altos índices de criminalidad, bajo crecimiento por una burocracia ineficiente, mala planeación de las finanzas públicas; en especial, este punto se ha intensificado en el último año.

Dicha situación es similar a la de Detroit, Michigan, donde ya no se pueden cubrir los gastos de los servicios básicos, pensiones o pagar su deuda municipal. Esto debido a su deuda de 18 mil millones de dólares, la cual tendrá que ser pagada por sus 700 mil habitantes, dejándole una deuda per cápita de 25 mil dólares a una ciudad en la que se estima un nivel de pobreza de 60 por ciento.

Sin embargo, a diferencia de los caribeños, Detroit sí puede hacerse de mecanismos de protección ante sus acreedores ofrecidos por la ley de bancarrotas estadounidense. 

Con una situación política poco clara respecto a la condición de Puerto Rico, es difícil imaginarse al Congreso estadounidense apoyando un rescate financiero de un territorio que carece de una estrella en la bandera de Estados Unidos. 

La cuestión con dicha problemática es que Puerto Rico se limita a préstamos bancarios y de colocación privada en términos de corto plazo, esto según José V. Pagan, jefe interino del Banco Gubernamental de Fomento de Puerto Rico.

Tal como sucedió en los 90, podríamos empezarse a ver un alza en la aversión al riesgo por parte de los inversionistas en la región. Cabe mencionar que los mercados siguen esperando que finalmente llegue la tan postergada reducción de los estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal, lo cual terminaría subiendo las tasas de interés en Estados Unidos. 

Por dicha razón, las economías en vías de desarrollo podrían ver que las inversiones de cartera retornen a los países desarrollados. 

A pesar de que México no tiene una deuda como para preocuparse (32.6 por ciento del PIB para inicio del año), ya que somos de los países de la OCDE con deuda más baja, las obligaciones de Puerto Rico sí podrían afectar la percepción que los mercados puedan tener de los demás países latinoamericanos, incluyendo a México. 

Se derrumba el precio de la deuda

Debido a que los mercados están empezando a alertarse por el peligro latente de que Puerto Rico se declare en bancarrota, el precio de los bonos de deuda boricua cayó un 40 por ciento. Lo cual provocó que el retorno aumentara hasta a un 10 por ciento por el riesgo percibido en dicha economía. 

Esa caída se debió, en parte, a las amenazas de la Reserva Federal de que considerarían retirar los estímulos monetarios, lo cual a su vez provocaría un posterior crecimiento en su tasa de interés. Por lo que, al igual que muchos otros bonos internacionales, tuvieron que aumentar su tasa de retorno para poder justificar su riesgo a los inversionistas respecto a las tasas de instrumentos libres de riesgo, como son considerados los estadounidenses. 

Si bien Puerto Rico ya ha empezado a aplicar políticas para equilibrar su presupuesto, diversos analistas e instituciones consideran que solo podrían soportar hasta mediado del 2014.

En marzo del presente año, la calificadora Fitch degradó la calificación crediticia puertorriqueña a –BBB, colocándolo en el nivel más bajo de la categoría grados de inversión. 

De igual forma, S&P calificó a dicho país a niveles cercanos a bono basura, esto según informes de CNN. De acuerdo con Bloomberg, los valores puertorriqueños han tenido su peor desempeño desde 1999.

Pero toda esta deuda no se dio de la noche a la mañana, ya que este estado se ha venido endeudando a un promedio de 2.5 por ciento de su PIB del 2009 al 2012, cifra que está prohibida para los estados. Y es que a diferencia de una ciudad, los estados solo pueden ser rescatados con autorización del Congreso. 

Y la economía no ayuda

Aunado a todo lo anterior, la economía boricua no ha tenido el mejor desempeño en la última década, y es que del 2005 al 2011 se vio una caída promedio de 1.29 por ciento de PIB por año. Esto es debido a la baja en impuestos federales de ingresos corporativos, por lo que la isla dejó de ser tan atractiva para invertir a comparación de los demás estados de Estados Unidos. 

Esto impulsó el fenómeno migratorio, principalmente conformado por jóvenes, por lo que se vio una disminución en la población general y en las personas económicamente activas. 

Además, la situación para que los que se quedaron no fue muy positiva, ya que tienen un 13.5 por ciento de desempleo.

Para poder salir de la crisis de deuda actual, el gobierno aprobó reformas con las que aumentarán la captación de impuestos a un valor aproximado del 1 por ciento de su PIB, elevando la edad para pensionados y el porcentaje de contribución para su retiro. 

Con ello planean eliminar su déficit presupuestario para el 2016. Según datos del Departamento del Tesoro, la isla obtuvo alrededor de 120 millones de dólares tras los primeros 4 meses de haberse establecido el impuesto.

Estas medidas, siendo las menos populistas, se dan en una circunstancia donde no hay política monetaria; al igual que Grecia en su momento, no pueden aplicar dicha política a través de movimientos en las tasas de referencia o devaluando su moneda.  

Aunque este no es el único estado con problemas de endeudamiento, estados como Illinois no han tenido problemas para vender sus bonos, esto según el experto en deuda municipal de Loop Capital Markets. Sin embargo, podría ser uno de los primeros focos de alerta que se empiecen a prender, y es que ningún estado desde 1933 ha caído en incumplimiento de su deuda.

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