El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo listó como prioridades de inversión las obras ferroviarias. En total, pidió 189 mil millones de pesos, de los cuales, 120 mil serán para el Tren Maya, el Tren México-Querétaro, el Tren Interoceánico y el Tren AIFA-Pachuca, según los Criterios Generales del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), entregado hoy viernes 15 a la Cámara de Diputados.
El Tren Maya, cuya construcción se inició en junio de 2020 en la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, es el que al se le destinarán más recursos con 40 mil millones de pesos. Enseguida aparece el México–Querétaro con 30 mil; después, el Interoceánico con 25 mil y tras ellos, el AIFA-Pachuca con 25 mil.
“La expansión del sistema ferroviario de carga y pasajeros es una prioridad para la administración y traerá beneficios a las empresas y a la población”, expuso el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, al entregar el PEF a la Cámara de Diputados.
El funcionario enfatizó, entre aplausos de la bancada morenista, que tras el paquete económico hubo meses de “intenso trabajo y coordinación”. Se dijo “complacido” de poderlo entregar porque “marca el inicio de un nuevo gobierno con un crecimiento con justicia social en el que el Estado juega un papel activo como promotor de desarrollo”.
Los programas prioritarios de inversión también incluyen proyectos para construir y conservar obras de la Comisión Nacional del Agua, así como la construcción y mantenimiento de las vías de comunicación y transporte. Estas inversiones significan el 21.1 por ciento de lo solicitado en el rubro.
El plan de trenes, eje del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo
La red ferroviaria ha sido tema tópico de la presidenta Sheinbaum Pardo. Al presentar sus 100 compromisos de gobierno, en el primer día como candidata, enfatizó su intención de impulsar el desarrollo de trenes de pasajeros.
Una vez que ganó las elecciones presidenciales, anunció que se proponía la construcción de 3 mil nuevos kilómetros de vías, el doble de lo que se hizo durante el gobierno de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
“Hemos tomado la decisión de seguir construyendo trenes. Ahora nos vamos a ir al norte, recuerden que hablamos de varios proyectos en campaña, y estamos consolidando estos proyectos”, expresó en una conferencia de prensa el 8 de julio pasado.
El 1 de octubre, al tomar posesión en el recinto legislativo de San Lázaro se abocó al anuncio de la ampliación del Tren Maya al Puerto de Progreso, en Yucatán. “Antes los privatizaron y ahora los recuperamos … significan desarrollo económico y turismo”, expresó ante los legisladores.
Así fue la privatización de los ferrocarriles mexicanos
En 1995 el entonces presidente Ernesto Zedillo reformó la Constitución para que empresas privadas pudieran operar los trenes que recorrían el mapa mexicano. Este cambio implicó que entre 1997 y 1999 el servicio de transporte de pasajeros fuera suspendido.
Tras este proceso de privatización la empresa paraestatal Ferrocarriles Nacionales se quedó con unas cuantas rutas hasta que en 1998 canceló sus operaciones. Tres años después, en la administración federal del expresidente Vicente Fox Quesada, declaró su quiebra y luego su extinción.
