Precios de gasolina sin freno… hasta 2020

Los mexicanos seguirán pagando por los altos costos de los combustibles al menos hasta dos años más, a pesar de la liberación del mercado y la llegada de nuevos competidores
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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“En 2020 empezaremos a ver los resultados”
Luis Miguel Labardini-Deveaux Marcos y Asociados, Infraestructura y Energía S.C

Este año no habrá gasolinas baratas, ni el próximo. Será hasta 2020 cuando el precio de los combustibles de tregua al bolsillo de los mexicanos.

“No existen condiciones en este momento para que los consumidores puedan pagar menos por las gasolinas. Tal vez dentro de dos años, en 2020, pero, por ahora no”, dice Ramsés Pech, director general de Caraiva y Asociados.

El especialista explica que el precio descenderá hasta dentro de un par de años, debido a que Petróleos Mexicanos (Pemex) aún importa casi el 95 de los combustibles que vende en el país, mientras que el 5 por ciento restante corresponde a los participantes privados.

A pesar de la liberación de los precios de los combustibles y la llegada de nuevos competidores al mercado nacional, en seis meses el costo de la gasolina importada se ha encarecido en un 21 por ciento, de acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la plataforma PetroIntelligence.

A nivel nacional, el precio promedio del litro de la Magna el domingo 1 de abril de 2018 fue de 17.65 pesos; la Premium se vendió en 19.21 pesos y el Diésel en 18.75 por ciento.

2
pesos ha aumentado el precio de los combustibles en un año

En comparación con la misma fecha de abril del año pasado, el precio fue de 15.88 pesos por litro; 17.65 pesos y 16.84 pesos para la Magna, Premium y Diésel, respectivamente. Esto quiere decir que en 12 meses el litro de los combustibles se ha disparado casi dos pesos.

En seis meses el costo de la gasolina importada se ha encarecido en un 21 por ciento, pese a que el mercado se liberó a inicios de este año

Otro de los factores en contra es que México tiene un mercado abierto, pero regulado. Esto quiere decir que el precio todavía es controlado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mediante estímulos fiscales, aun cuando la dependencia aseguró que a inicios de este año los precios se liberarían al 100 por ciento, es decir, que estarían sujetos a la oferta y demanda del mercado.

En enero de este año, la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diésel reportó una caída de 33.9 por ciento en comparación 2017, muestran cifras del último Informe de Finanzas Públicas de la SHCP.

33.9
por ciento cayó la recaudación del IEPS a gasolinas y diésel

Ramsés Pech manifiesta que esto es resultado de los estímulos del gobierno para amortiguar las alzas y bajas en los precios de los combustibles. Sin embargo, esto genera un detrimento en la recaudación tributaria.

“Al seguir haciendo esto no tenemos los precios reales de lo que debe pagarse por cada litro de gasolina, ya que no se están reflejando los costos de transportación y almacenamiento”, agrega.

Aunque en el primer mes de 2018 Hacienda mantuvo importantes estímulos fiscales, a partir de febrero estos empezaron a disminuir.

El control en el precio también va de la mano con ubicar a la inflación en la meta del Banco de México (Banxico) en 3 por ciento durante el primer trimestre de 2019. No obstante, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 5.17 por ciento en la primera quincena de marzo de 2018, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Dentro del índice de precios no subyacente, los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 0.41 por ciento en el mismo periodo.

Apertura del mercado

Durante casi 80 años, México estuvo cerrado a la competencia en el sector energético, particularmente en las áreas de refinación y logística, por ende, las inversiones de Pemex en ese segmento fueron muy bajas. Por el contrario, la única filial de la empresa petrolera que sí aportaba utilidades era Pemex Exploración y Producción (PEP).

La temporada abierta es un procedimiento previsto en el Art. 70 de la Ley de Hidrocarburos de la reforma energética

“Esa poca inversión dio como resultado que tengamos un sistema de petrolíferos muy abandonado y por lo tanto ineficiente. Hoy que los precios están liberados, todas esas ineficiencia se trasladan al costo final”, sostiene Luis Miguel Labardini-Deveaux, socio en Marcos y Asociados, Infraestructura y Energía S.C.

Asimismo, comenta que la capacidad de almacenamiento de combustibles en México no promueve la eficiencia del mercado.

“En México tenemos un promedio de tres días de almacenamiento con respecto a la demanda de los petrolíferos. En Estados Unidos hay 90 días; ese periodo sirve de muelle entre la oferta y demanda, de modo que los precios se hacen más eficientes”, detalla el especialista.

Por el contrario, en México no existe ese amortiguamiento de oferta, sino que llega en el momento en que se da la demanda, debido a que no hay capacidad de almacenamiento.

Labardini-Deveaux coincide en que este año no bajarán los precios de las gasolinas, pues, los inversionistas siguen mirando a las áreas de almacenamiento, transportación y distribución. Sin embargo, se mantiene optimista al asegurar que en el mediano y largo plazos también habrá inversiones importantes en materia de refinación, aunque reconoce que éstas no se darán de la noche a la mañana, ya que se requieren de procesos más extensos, pero, una vez que ocurran, el consumidor final verá los beneficios para su bolsillo.

“En 2020 empezaremos a ver los resultados de todas estas inversiones”, adelanta.

Pemex, el eterno rey

El año pasado la petrolera mexicana comenzó a ofrecer en subastas parte de su infraestructura a los nuevos competidores, con la finalidad de que se garantizara el abastecimiento de combustible en todo el país. A este procedimiento se le llamó temporada abierta.

Sin embargo, la realización de la estrategia planteada por la CRE puso jaque la liberación del mercado de las gasolinas, debido a que no se respetó el orden y la ejecución de las etapas.

Además, los inversionistas privados han mostrado poco interés en la infraestructura que se ha puesto a su disposición.

“Los nuevos operadores prefieren encontrar sus propias soluciones de logística antes que ocupar las de Pemex”
Luis Miguel Labardini-DeveauxSocio en Marcos y Asociados, Infraestructura y Energía S.C.

Para Ramsés Pech este desinterés es consecuencia de que las terminales y ductos están ubicados donde se extrae de manera ilegal el combustible, por lo que garantizar la seguridad de los trabajadores aumentaría sus costos en un 20 por ciento.

El que Pemex se mantenga como único proveedor también impide que exista una mayor competencia, a pesar de que ya hay nuevos jugadores en el mercado.

“Ya no existe un monopolio en el país, pero, Pemex sigue siendo el rey, pues, la gasolina inicial que venden sus competidores en las estaciones de servicio es propiedad de la petrolera. Lo único que le agregan es un aditivo para mejorar su combustión”
Ramsés PechDirector general de Caraiva y Asociados

Para Luis Miguel Labardini-Deveaux esto no significa que la temporada abierta haya fracasado, sólo se cometieron errores en su ejecución, que tienen solución.

“El problema es que fuimos demasiado optimistas con el tiempo en que creímos que tendríamos resultados. Esto requiere de un proceso muy largo, además de grandes inversiones para ponerlos en marcha.”

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