Puede ser papel de baño o cualquier otra clase de producto en el supermercado, el hecho es que la gente rica gasta menos que las personas en situación de pobreza, la razón es muy simple y tiene que ver con una lección de capitalismo aplicado.
De hecho, un estudio de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan, publicado en marzo de 2016, revela que son las personas con menos recursos las que más gastan en productos de uso cotidiano, tales como el papel de baño.
Mike Palazzolo y Yesim Orhum, titulares de dicha investigación, analizaron durante siete años el comportamiento de consumo de 100 mil hogares estadounidenses y concluyeron que los menos pudientes pagan seis por ciento más por productos de uso cotidiano.
¿Cuál es el secreto?
Los investigadores señalaron que esto es posible porque la gente rica tiene mayores posibilidades de adquirir productos de tamaño familiar, como el papel de baño, o aprovechar promociones de 3×2, un lujo que las personas pobres no pueden darse.
Sólo las personas con un alto grado de liquidez puede aprovechar los descuentos que ofrecen las tiendas, si bien gastan más en el momento, a la larga ahorran mucho más por haber adquirido mayor cantidad a menor precio.
Una persona de bajos recursos no puede darse el lujo de comprar grandes cantidades en oferta, pues su sueldo no le permite esperar a que el beneficio llegue a largo plazo, es decir, compra lo necesario y para lo que le alcanza en ese momento, lo que a la larga resulta más caro.
Es por este motivo que los hogares de bajos ingresos , es decir, que ganan menos de 20 mil dólares al año, compran en oferta el 28.3 por ciento de las veces, mientras que la gente rica, o sea, la que percibe más de 100 mil dólares al año lo hacen un 39 por ciento.