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El poder económico de las mamás

Las mujeres en México han logrado combinar a la familia con el trabajo, sin embargo, aún se enfrentan a importantes desafíos como las brechas salariales, discriminación laboral y el poco entendimiento de las empresas hacia ellas

“El papel de las mujeres en la actividad económica es crucial”
Raymundo TenorioCatedrático Tec de Monterrey Campus Santa Fe

Jessica tiene dos roles: mamá y profesionista. La combinación de ambos mundos no ha sido fácil, sobre todo, al ser madre soltera. Pero, con el apoyo de sus padres ha logrado sacar adelante a Dominik, su hijo de 10 años.

“Asumir dos papeles sola es bastante complicado. Sí, me perdí de vivir varias cosas, pero, a cambio he ganado muchos aprendizajes de una persona que me ha cambiado la vida”, reconoce Jessica Lynn, quien trabaja en una agencia de autos como administrativo de ventas.

La joven de 28 años es parte del 41.8 por ciento de las mamás solteras que existen en el país y que trabajan dentro del sector formal, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La población femenina en México está integrada por 61 millones de personas, de las cuales 48.7 millones son madres de al menos un hijo.

Al delimitarlo a las mujeres que pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA), la cifra disminuye a 20.2 millones y su participación económica más alta está entre las madres solteras, con 70.9 por ciento; divorciadas, con 67.6 por ciento, y que no se han separado legalmente, con 66.5 por ciento.

Sin embargo, la participación de las mujeres en el hogar sigue siendo superior. En promedio, las mamás dedican a la semana 29.8 horas a estas actividades.

El valor del trabajo no remunerado asciende a 4 mil 663 millones de pesos, que equivale a 23.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, revelan los últimos datos disponibles del Inegi sobre la estimación económica de las labores domésticas.

Esto contrasta con el 3 por ciento que aporta todo el sector automotriz al PIB.

Las mamás trabajadoras son un importante motor para la economía de México, aunque realicen actividades desde el hogar. Estas mujeres dedican 15 por ciento de su tiempo a generar ingresos de manera independiente con actividades de emprendimiento que van desde la venta directa hasta poner su propio negocio en la puerta de su casa.

Raymundo Tenorio, director del Programa de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, destaca el poder de las mamás para la economía de México, aunque también reconoce que persisten brechas importantes con los hombres.

“El papel de las mujeres en la actividad económica es crucial, lo lamentable es que aún tienen ingresos por debajo de los que recibe la población masculina en México sin importar si ellos son papás o no”, agrega el catedrático.

Para el especialista, uno de los principales desafíos que enfrentan las mamás trabajadoras es hacerse notar por sus capacidades y así para ser remuneradas en la economía formal.

También, destaca el poco acceso a oportunidades educativas en zonas rurales.

“Dado el machismo que prevalece y no vemos en las grandes ciudades, las mujeres tienen como reto buscar más libertades de decisión para procurar su dignidad que se traduce en acceso a la educación y en igualdad de oportunidades”.

Jessica Lynn comparte que cada mes destina entre 5 mil y 6 mil pesos de sus ingresos para cubrir los gastos de su pequeño. Aunque sus jornadas laborales son complejas, procura darse el tiempo para compartir momentos con Dominik, quien cursa quinto año de primaria.

“La mayor satisfacción que me ha dado ser mamá es que rompimos la barrera de las formalidades, pues, me ve como su amiga. Quiero que de grande se dedique a lo que quiera, lo que le apasione y que sea una persona de bien”, comparte.

Sin embargo, la joven madre reconoce que la misma dinámica de su empleo muchas veces le pone limitaciones y no es tan flexible para que pueda acudir a juntas, festivales en la escuela y otras reuniones.

“A las empresas les falta un poco más de solidaridad. No saben lo que tenemos que pasar todos los días, sobre todo, cuando somos mamás solteras”
Jessica Lynn,Mamá profesionista

Y si… ¿No quiero ser mamá?

Alejandra tiene 37 años y, a diferencia de muchas mujeres, su plan nunca fue ser madre. Hoy, se desempeña como jefa de su propia empresa la cual se dedica a dar asesoría financiera a otras firmas.

“Desde niña nunca me vi con hijos, pero sí con una pareja. Pasó el tiempo y la verdad, en este punto de vida, me siento bastante satisfecha sin la necesidad de tener un hijo, lo que me da la posibilidad de crecer en otros aspectos”, comparte Alejandra Estrada.

Además, explica, este estilo de vida le ha permitido viajar, disfrutar plenamente del dinero que percibe y tener la libertad de dedicar tiempo tanto a su trabajo como a ella misma.

Alejandra no es la única mujer que por decisión propia no tendrá descendencia. En México se registraron 2 millones 294 mil nacimientos al cierre de 2016, el nivel más bajo desde que el Inegi tiene registro. De 2010 a 2016, el número de nacimientos disminuyó 13.2 por ciento. En tanto que si se toma el primer año de registro, en1994, al último que maneja el Instituto, existe una caída de 21 por ciento.

“Para quienes se sienten obligadas a ser mamás por una cuestión social o por no estar solas, les pediría pensar más las cosas y no ser egoístas en la decisión”
Alejandra EstradaMujer emprendedora

Sin embargo, esta tendencia no es un tema reciente o exclusivo de las nuevas generaciones, ya que desde al menos hace 40 años se han presentado este tipo de fenómenos en el país, de acuerdo con Francesca Gargallo, quien se desempeña como activista feminista.

“El movimiento de liberación surgió en los años 70, donde las mujeres buscaban ser libres de la mirada masculina, que era una que imponía la obediencia e incluía el hecho de ser madre”, comenta.

Además, la también escritora valida la opción de no ser madre dentro del abanico de opciones que tiene una persona.

“Las mujeres pueden ser madres por un principio de preservación, porque quieren dar vida o porque se les antoja pasar por la experiencia física de un embarazo, pero también pueden desear no ser madres, porque simplemente no les interesa en nada”, agrega. Esto no es todo, ya que si bien muchas mujeres ya no quieren ser madres, existen otras tantas que sí, aunque esto sea en menor medida.

El promedio de hijos nacidos vivos de las mujeres en edad reproductiva fue de 2.3 según los últimos datos disponibles del Inegi, en comparación de los 2.6 que sumaban al inicio del año 2000.

De 2010 a 2016, el número de nacimientos en México disminuyó 14.2 por ciento, al contabilizarse 2 millones 294 mil

Para Alejandra, ser madre no es un condicionante para ser mujer, existen otras muchas formas en las que se puede alcanzar esta plenitud y es una cuestión personal.

“Para quienes se sienten obligadas a ser mamás, por una cuestión social o por el hecho de no estar solas, les pediría pensar más las cosas y no ser egoístas.”

Empresas dan la espalda a mamás

Las mujeres embarazadas son víctimas de exclusión en las empresas de la Ciudad de México y, en muchos casos, son obligadas a renunciar por esto

Ellas toman las riendas de su vida

México es hipócrita. Por un lado se considera a la madre como una institución casi sagrada y por el otro, es la principal causa de discriminación laboral que se registra en la Ciudad de México.

El embarazo encabeza la lista negra de los motivos de discriminación laboral hacia las mujeres en la capital del país, revela una encuesta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).

Un 63 por ciento de las personas que presenta una denuncia ante el Consejo son mujeres, de estas, 75 por ciento son a causa de un hecho discriminatorio en el ámbito laboral y de esta cifra, 30 por ciento, que representa la mayoría, es por el motivo de estar en cinta.

“Cuando una mujer le comenta a su empleador su situación, inicia un proceso de discriminación por varias vías para que presente su renuncia y cuando esto no sucede, la empresa busca despedirla echándole la culpa por su embarazo negociando así una menor liquidación”, comparte Jacqueline L’Hoist, presidenta del Copred.

La sociedad también está consciente de este mal, ya que dos de las cinco principales formas que mencionan por las cuales se discrimina a este grupo tiene que ver con el ámbito laboral.

La primera es que se les niega el trabajo; las despiden; las critican o juzgan por no casarse como cualquier persona; sufren discriminación porque serán madres solteras, no se respetan su lugar exclusivos y sufren maltrato psicológico, de acuerdo el análisis del Copred.

El Consejo es el único en su tipo en el país, ya que al momento de recibir una queja de esta naturaleza ofrece un seguro de desempleo a la futura madre.

“Lo que buscamos es reparar el daño hecho y empezar un proceso de conciliación para que puedan recontratar a la mujer despedida o le den su liquidación al 100 por ciento. Con esto logramos que durante el proceso de denuncia las mujeres tengan un estado de mayor tranquilidad porque tienen un ingreso fijo además del programa Médico en tu casa”, detalla L’Hoist.

63
por ciento de las personas que presenta una denuncia ante el Copred son mujeres

Cabe señalar que muchas veces, la decisión de renunciar a un puesto laboral es por voluntad propia.

Una encuesta elaborada por la reclutadora OCCMundial arroja que 44 por ciento de las mujeres interrumpieron su desarrollo profesional por decisión de ser mamás y un 18 por ciento más dejó sus estudios.

Sólo 38 por ciento de las mujeres no tuvo que dejar sus planes de trabajo o estudio por haberse embarazado.

Una de las principales acciones que tiene la Copred es sensibilizar a las empresas con el objetivo de que estas no repliquen los actos de despido.

“Lo que buscamos es que las mujeres que fueron apoyadas por el Consejo, comenten y abran la posibilidad para que otras conozcan las herramientas para poder empoderarse”.

Una alternativa laboral para mamás

Hace casi dos años, Katia Moye y Regina Cabal lanzaron Momlancers, una plataforma que conecta a mamás que buscan continuar con su carrera profesional con empresas.

La iniciativa surgió de las historias personales de ambas emprendedoras. Tras convertirse en madres se cuestionaron qué harían con sus carreras

“Cuando nos convertimos en mamás nos preguntamos: ‘¿Qué va a ser de nuestras vidas ahora?’ y apostamos por emprender”, comparte Katia Moye, cofundadora de Momlancers.

Hasta la fecha, la plataforma cuenta con 3 mil mamás de todas las áreas y alrededor de 100 empresas las han contactado, y con 80 ya tienen proyectos en marcha.

“Queremos que las mujeres se mantengan en contacto con el mundo laboral, aun después de haberse convertido en mamás y no dejen de crecer”, agrega la mamá emprendedora.

Moye destaca que las madres profesionistas en México se enfrentan a la difícil decisión de detener su carrera después de haberla ejercido durante años para poder disfrutar de formar una familia, sin embargo, esto puede cambiar gracias a las plataformas digitales. “Queremos que las mamás sigan en contacto con la vida laboral sin dejar de disfrutar a su familia”.

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