El plan económico de la extrema derecha en la Unión Europea luego de las elecciones

Con ideas que apremian el proteccionismo y la intolerancia, parlamentarios de la facción más conservadora de la brújula política buscarán impulsar el crecimiento de la región que en otros tiempos era ya una costumbre
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Ante los efectos negativos que la inflación, las tensiones geopolíticas y el estado de la economía regional han generado en el poder adquisitivo y calidad de vida de millones de europeos, las agrupaciones políticas extremistas asentadas en el viejo continente  han comenzado a ganar presencia gracias a una agenda caracterizada por un fantasma de larga data en la región, la intolerancia.

La extrema derecha está de vuelta en Europa, y prueba de ello fue el resultado de los pasados comicios celebrados durante los primeros días de junio para definir a los nuevos miembros del Parlamento Europeo, pues los resultados preliminares sugieren que los representantes adscritos a dicho polo ideológico alcanzaran un número de escaños sin precedentes.

Y es que, de los 720 puestos que se eligieron, por lo menos 140 serán ocupados por integrantes de los grupos Conservadores y Reformistas Europeos, e Identidad y Democracia,  que actualmente concentran a la vanguardia de los políticos europeos más intolerantes y euroescépticos de la actualidad; quienes buscan, con  ideas fundamentadas en el arraigo y la intolerancia, dar solución a los grandes pendientes que tiene la región en materia de migración y economía, por mencionar.

“Lo que estamos próximos a presenciar  es un fuerte proteccionismo en diversos aspectos de la región, el económico principalmente, gracias al conservadurismo dominante que avanza por diversos factores, como los conflictos regionales, y su reflejo tanto en las cadenas de producción, como en el precio de energéticos, vale destacar”, explica a Reporte Índigo, José Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN).

La descripción del analista también figura como una respuesta ante el desempeño económico de la Unión Europea, que con un estancamiento durante el año pasado y crecimientos marginales al arrancar 2024 apenas ha logrado escapar del escenario recesivo, tal como lo exponen los datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat); caso similar a la inflación, que no ha logrado disminuir al rango objetivo establecido por el Banco Central Europeo (BCE).

“Esperamos ser una parte importante de una nueva mayoría en el próximo Parlamento Europeo y contribuiremos de manera constructiva a hacer de la Unión Europea un lugar próspero para los ciudadanos, en lugar de un refugio para activistas y burócratas. Los Conservadores y Reformistas Europeos no queremos una Unión Europea que prohíba, censure y multe, sino una que inspire, proteja y prospere cultural y económicamente”, destacó la facción política luego de las elecciones en la región.

Desde Alemania, hasta Francia, la extrema derecha avanza en las preferencias electorales

El triunfo de la expresión más radical de la derecha en el viejo continente guarda en su interior el ascenso de dicha postura dentro de las naciones centrales de la Unión Europea a partir de personajes y propuestas que contrastan diametralmente con el manejo político, económico y hasta cultural que se ha venido dando dentro de la región en las últimas décadas.

Por ejemplo, Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia y referente de la extrema derecha en el viejo continente ha quedado bien posicionada luego de la votación de la semana pasada, y destaca que dentro de su plataforma política se propone un incentivo a la industria de defensa italiana; además de que,  Marine Le Pen, política francesa ha ofrecido a la ciudadanía del país galo implementar una política antimigratoria que ayude a priorizar la mano de obra originaria de Francia, una dinámica que incluso ha encontrado su postura más radical en Alemania, donde el concepto “remigración” ha puesto en alerta a los nacidos dentro su territorio, pero con padres migrantes.

“Para garantizar la paz y la prosperidad en Alemania y Europa queremos limitar severamente la inmigración y hacer retroceder a las sociedades paralelas. El Islam político en particular es un peligro para Alemania y Europa. Queremos introducir un sistema de inmigración basado en puntos, basado en el modelo japonés, a través del cual solo vengan a nosotros personas calificadas y dispuestas a integrarse. La cultura alemana dominante debe aplicarse a todos y el abuso masivo del asilo debe llegar a su fin”, ha propuesto Alternativa para Alemania, la asociación política ultra conservadora alemana.

Vientos que se dirigen hacia Latinoamérica en otras formas

La oleada de intolerancia y proteccionismo que se está consolidando en el viejo continente cuenta con personajes que podrían impulsar dicha agenda dentro de tierras latinoamericanas pese que las plataformas políticas de las que emanan y las propuestas ofrecen no figuren idénticas a lo que se ofrece actualmente en la Unión Europea, advierte el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).

“El menú de alternativas de políticas económicas es amplio y los líderes conservadores se mimetizan con las preferencias ciudadanas y descartan, cuando conviene, las ideológicas. Es así, incluso para el nuevo profeta de la Libertad, Javier Milei, quien renunció al principio del anarcocapitalismo cuando comenzó a regular los precios de las empresas de medicina prepaga a tan solo tres meses de haberlo liberalizado apenas inició su mandato”, destaca en sus estudios respecto al tema.

De lo anterior que personajes como Antonio Kast en Chile, Guido Manini en Uruguay y hasta Eduardo Verástegui en México destaquen en primera instancia gracias a su discurso, y la simpatía ideológica que tienen con los personajes que han ganado terreno en la Unión Europea.

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