Pixar, pequeños millonarios animados

Pixar es la fábrica de películas animadas con mayor valor en el mundo, gracias a sus temáticas incluyentes que atraen a millones de espectadores lo que permite que sean las más taquilleras
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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Toy Story pudo no existir. La historia de Pixar inició con otro nombre y como una división de Lucasfilm. En 1979, el equipo que lo integraba nunca se imaginó que revolucionaría la creación de películas animadas tradicionales.

Hoy, Pixar Animation Studios reporta ingresos anuales en conjunto con Disney por encima de los 70 millones de dólares (mdd) y dentro de su catálogo presume de tener más de 20 películas con distintas temáticas.

El éxito de la compañía de la lámpara de nombre Luxo se le atribye a Steve Jobs, fundador de Apple, quien en 1986 compró la División de Computación de George Lucas por 10 millones de dólares para establecerla como una empresa independiente bajo el nombre de Pixar.

En ese momento, 40 personas trabajaban para el estudio, a la fecha la nómina está conformada por alrededor de 1,438 creativos.

El primer acercamiento entre Pixar y The Walt Disney Company ocurrió al inicio de la década de los 90 cuando acordaron crear y distribuir una película. El proyecto saltó a la pantalla grande en noviembre de 1995: Toy Story, el primer primer largometraje animado por computadora en el mundo.

Las aventuras del comisario Woody y el astronauta Buzz Lightyear  marcaron un hito ese año al convertirse en la película más taquillera con una recaudación de 192 mdd en Estados Unidos y 362 mdd en todo el mundo. Ahí comenzó a construirse el millonario imperio.

Le siguieron las producciones de Bichos: una aventura en miniatura, cuya taquilla mundial alcanzó los 363.2 mdd, y Toy Story 2, que reunió 497.3 mdd, que fueron comercializadas y distribuidas por Disney en 1998 y en 1999, respectivamente.

Pero no fue hasta el 2018 que Pixar dio su golpe mayor con Los increíbles 2. La película de la familia con superpoderes ostenta la corona como la cinta más taquillera del estudio al sumar 1,200 mdd, por encima de Toy Story 4, que se estrenó un año después y que recaudó 1,070 mdd.

José Iñesta, director de Pixelatl, asegura que la historia de la industria cinematográfica no puede concebirse sin la presencia de Pixar en ella, sobre todo porque apostó a hacer algo que nadie se había atrevido antes.

“Pixar se convirtió en una empresa valiosa porque cuenta historias con un enfoque de humanidad. El corazón del estudio es su storytelling, pero la base tecnología es la que provoca que las personas se vinculen con los personajes”, detalla el director de la asociación dedicada a promover la creación de contenidos y narrativas gráficas y audiovisuales.

Fortuna de Pixar, Al infinito y más allá

En enero de 2006 The Walt Disney Company llegó a un acuerdo para adquirir a Pixar por 7 mil 400 mdd, una compra que fue cuestionada en su momento, pues con ese movimiento la empresa de Mickey Mouse absorbió a su mayor competencia, aunque llevaban años trabajando juntos.

Lo cierto es que durante todo este tiempo el estudio se ha mantenido fiel a su esencia, e incluso creó un nuevo paradigma en la industria cinematográfica al abordar temas que eran considerados como un tabú.

La diversidad sexual, el empoderamiento femenino y las tradiciones de otros países se convirtieron en una pieza fundamental y la sorpresa para muchos fue que la recepción no solo se reflejó en la crítica, también en la taquilla.

Valiente derrumbó el discurso de las princesas de Disney y ganó 554 mdd en 2012, año en que se estrenó, mientras que Coco dio una perspectiva sobre el Día de Muertos en México y acumuló 799 mdd, en 2017.

El último personaje es Greg, un joven abiertamente homosexual que protagoniza el primer cortometraje de la compañía de animación con una temática LGTBI+.

José Iñesta considera que Pixar apostó a la realización de contenidos diversos, no solo por tener el deseo de llegar a más cinéfilos, sino para que se sintieran identificados.

“Todo el tiempo Pixar se está desafiando, sus creadores no temen correr riesgos y sus nuevas producciones son el reflejo de que la sociedad está evolucionado. La empresa le habla a todos y eso tiene que ver con un tema de representatividad social”.

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