Defensores inesperados

La firma petrolera anglo holandesa Shell se unió a los esfuerzos de Exxon para convencer a la administración de Donald Trump de no abandonar el acuerdo climático de París COP21, firmado en el 2015 por 195 naciones.

Jessica Uhl, directora de finanzas de Shell, dijo esta semana que la compañía “apoya el acuerdo y considera que es el camino correcto para la sociedad”. Esto luego de que en marzo, Exxon envió una carta al presidente Trump para que desistiera de su promesa de campaña de retirar a Estados Unidos del COP21.

Lourdes González Lourdes González Publicado el
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El interés en el acuerdo de París de estas compañías de energía es de tipo financiero, porque las medidas del COP21 favorecen al gas natural
“Estas empresas ven el gas natural como un área clave de crecimiento para ellos. Simplemente tiene sentido para ellos que esté en la mesa” 
Brian Youngberg Analista senior de energía de Edward Jones

La firma petrolera anglo holandesa Shell se unió a los esfuerzos de Exxon para convencer a la administración de Donald Trump de no abandonar el acuerdo climático de París COP21, firmado en el 2015 por 195 naciones.

Jessica Uhl, directora de finanzas de Shell, dijo esta semana que la compañía “apoya el acuerdo y considera que es el camino correcto para la sociedad”. Esto luego de que en marzo, Exxon envió una carta al presidente Trump para que desistiera de su promesa de campaña de retirar a Estados Unidos del COP21.

Pudiera resultar extraña la unión de dos de las mayores firmas petroleras en el mundo para cabildear a favor del acuerdo climático de París. No obstante, las medidas que contempla el COP21 ya forman parte del modelo de negocios de ambas compañías.

La explicación radica en que Exxon, BP y Shell son en realidad empresas energéticas diversificadas, que dependen en gran medida del gas natural para ganar dinero.

Al respecto, la empresa FactSet reveló que el 42 por ciento de la producción diaria total de Exxon en el último trimestre fue en gas natural. BP y Shell también dependen del gas natural en gran parte de su producción.

“Estas empresas ven el gas natural como un área clave de crecimiento para ellos. Simplemente tiene sentido para ellos que esté en la mesa”, declaró Brian Youngberg, analista senior de energía de la firma de inversión Edward Jones.

El interés en el acuerdo de París de estas compañías de energía es de tipo financiero, porque las medidas severas del COP21 sobre las emisiones de carbono favorecen al gas natural, que emite mucho menos contaminación que el carbón. 

Sin embargo, Trump ha calificado el cambio climático como un engaño, y también se ha referido  al COP21 como un “mal negocio” para Estados Unidos.

Pero, como se ha vuelto común en las intervenciones públicas del  presidente estadounidense,  éste se abstuvo de emitir un posicionamiento concreto en una entrevista con The New York Times.

Dijo que se mantiene con la mente abierta en relación a este acuerdo.

Los esfuerzos de cabildeo a favor del COP21 abarcan varios frentes. Ayer, un grupo de 12 gobernadores enviaron una carta a la Casa Blanca para instar al presidente a mantener el acuerdo climático.

El documento fue firmado por los gobernadores de los estados de California, Nueva York, Minnesota, Washington, Oregon, Connecticut, Colorado, Hawái, Pennsylvania, Rhode Island y Virginia.

¿Amiga del medioambiente?

Hace unos días, la prensa internacional consignó la existencia de un video oculto durante 26 años  que demuestra que Shell conocía los riesgos del cambio climático, pero los ocultó.

En 1991, Shell alertó de los riesgos reales y palpables del cambio climático pero no actuó de acuerdo a sus propias advertencias.

El video, titulado “Climate of concern”, fue grabado por la compañía a principios de los 90 y fue sacado a la luz por The Correspondent, un portal periodístico holandés, donde también participa el diario The Guardian.

La cinta advierte sobre los efectos que tendrían las variaciones extremas de temperatura si se sigue quemando energía fósil:  inundaciones, hambrunas, damnificados, etc.

Los escépticos de la defensa que ahora realiza Shell del COP21 sostienen que, luego de 26 años, es claro que no ha ofrecido una respuesta a las alertas generadas  por el cambio climático.

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