Un halo de incertidumbre rodea a la reunión informal de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que se llevará a cabo la siguiente semana en Argelia.
El resultado del encuentro definirá en gran medida el futuro de un cártel de precios cuya influencia en el mercado se ha puesto en tela de juicio.
Frente a la caída de más de 50 por ciento de los precios del petróleo, en relación a su pico de junio del 2014, la OPEP ha privilegiado una política de sobre producción.
La medida busca defender la participación de mercado de sus miembros contra el avance de los
productores no convencionales de Estados Unidos.
Sin embargo, el consenso de analistas argumenta que el escenario de exceso de oferta ha limitado los incentivos y la capacidad de la OPEP para recortar su producción e impulsar los precios del petróleo.
En ese sentido, cuando los miembros de la OPEP coincidieron públicamente en que era necesaria una reunión para tomar acciones que “restauren la estabilidad del mercado”, se generó la expectativa de que el cártel negociaría un congelamiento a la producción petrolera.
La OPEP es responsable de un tercio de la producción global de crudo y, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía, ésta ha crecido consistentemente en el último año.
La expectativa de que la OPEP congelaría la producción creció cuando los ministros de petróleo de Arabia Saudita y Rusia, dos de los mayores productores en el mundo, se reunieron como preludio a la reunión en Argelia.
Asimismo, la visita a Irán de Mohammed Barkindo, secretario general de la OPEP, alimentó dicha expectativa.
En abril, cuando la OPEP y Rusia intentaron negociar cuotas de producción, la negativa de Irán a participar en la reunión echó abajo cualquier acuerdo posible.
Ahora Rusia ha insistido en que Irán debe estar exento de esta medida dada su reciente incorporación al mercado tras el retiro de sanciones económicas.
Hassan Rouhani, presidente de Irán, declaró que el país apoyaría cualquier medida de la OPEP, pero no necesariamente sería parte de ella. Esto no generó reacciones adversas significativas en
Arabia Saudita, el rival regional de Irán y líder de facto del cártel de precios.
Acuerdo en el aire
No obstante, aún es poco claro si las pláticas de Argelia se traducirán en alguna política concreta de congelamiento o recorte a la producción.
La semana pasada, Barkindo aseguró a la prensa que no necesariamente se tomaría una decisión a finales de mes. Explicó que si los miembros de la OPEP llegan a un consenso, se llamará a una reunión de emergencia: “Es una reunión informal, no una reunión para tomar una decisión”.
Además, Libia, Irán y Nigeria han expresado que no piensan unirse a un eventual congelamiento de producción. En conjunto, los tres países buscan incrementar su producción en 1.5 millones de barriles diarios en el corto plazo.
Mohamed Oun, enviado de Libia ante la OPEP, dijo al diario Wall Street Journal: “Definitivamente no vamos a acordar ningún congelamiento a la producción sin antes cumplir nuestra cuota”.