Periodismo en crisis por violencia y bajos salarios
El modelo de negocio de la industria se ha transformado como resultado del cambio de hábito de los lectores. Hoy los periodistas compiten con la inmediatez de las redes sociales y las fake news
Nayeli Meza OrozcoEl periodismo es un negocio en transformación. La llegada del internet sacudió a la industria, pero la situación se agravó desde la crisis de 2008 cuando sumó varios enemigos: la falta de solidez financiera al interior de los medios y la adicción a la publicidad oficial.
Hoy, los periodistas luchan por mantenerse a flote en tiempos en que compiten contra las redes sociales y las fake news. Los bajos salarios es otro ingrediente que se suma a esta compleja ecuación.
Durante varias décadas, los profesionistas han resistido los cambios que van desde la paulatina sustitución del papel al salto tecnológico. Contrario a lo que se pensaría, el mayor porcentaje de la publicidad oficial se destina a periódicos impresos, frente a los que están en formato digital.
Al cierre del año pasado, el papel atrajo 343 millones de dólares (mdd), en tanto que los sitios de internet apenas captaron 15 mdd provenientes del sector público y privado, de acuerdo con Statista Research Department.
Desde la crisis financiera mundial que comenzó en Estados Unidos con la caída de Lehman Brothers hace más de una década, el negocio del periodismo no se ha podido recuperar. En ese entonces muchos medios desaparecieron y otros tuvieron que dar un giro en sus contenidos para sobrevivir.
Este 10 y 11 de julio, se realiza en Londres la Conferencia Global para la Libertad de los Medios organizada por Canadá y el Reino Unido, en la que se busca encontrar soluciones para defender la libertad de los medios y mejorar la seguridad de los periodistas que informan en todo el mundo. Uno de los ejes fundamentales es el tema salarial.
En el caso de México esto luce complicado al compararlo con otros países. El sueldo promedio a nivel nacional de un periodista es de 6 mil 379 pesos mensuales, de acuerdo con datos del motor de búsqueda de empleo Indeed.
Jorge Ruíz Del Ángel, titular de la Unidad de Recepción de Casos y Reacción Rápida del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de Segob, dice que existe la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los profesionistas porque al hacerlo también se fomentará la creación de un periodismo más democrático.
El cierre de un ciclo
El Museo de la Prensa en Washington cerrará sus puertas a finales de este año, debido a que sus costos operativos se han vuelto insostenibles. El Newseum ubicado en el número 555 de la avenida Pennsylvania fue vendido a la Universidad Johns Hopkins por 372.5 mdd, a pesar de atraer a más de 800 mil visitantes anuales.
El recinto se inauguró en 2008 con el propósito de ayudar a educar al público sobre la importancia de defender una prensa libre. La organización Freedom Forum, que fundó el museo y sirve como su principal patrocinador, informó en un comunicado que tras una revisión estratégica realizada durante 16 meses se determinó que vender el edificio fue “el mejor camino a seguir” para permitir que el organismo continúe con su misión.
“Esta fue una decisión difícil, pero responsable”, escribió Jan Neuharth, presidenta y CEO de Freedom Forum, en el documento. La compra del edificio se financiará a través de la venta de las propiedades existentes de la institución educativa, apoyos filantrópicos y fondos universitarios.
El Newseum cuenta con un memorial para periodistas que han muerto en el cumplimiento de su deber, un archivo de periódicos históricos que se remontan a siglos atrás y una de las exhibiciones más grandes en el mundo sobre el Muro de Berlín.
Violencia, el gran yugo del periodismo
México es el segundo país más mortífero a nivel mundial para el ejercicio periodístico y es el más peligroso de América Latina, de acuerdo con el último informe de Reporteros sin Fronteras (RSF).
De 2000 a la fecha, la organización Artículo 19 ha documentado el asesinato de 127 periodistas en territorio nacional.
Por su parte, el colectivo Reporteras en Guardia contabiliza el asesinato de 13 periodistas tan solo en el primer semestre de la actual administración.
La cifra es preocupante al tomar en cuenta que en el mismo periodo de 2018, el último año de gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, se registraron nueve homicidios y durante todo su mandato hubo 17 crímenes contra el gremio.
Esta situación ha obligado a profesionistas a exiliarse fuera de su lugar de origen como consecuencia de las amenazas de muerte que reciben. Muchas veces esto provoca que no encuentren un empleo estable y su situación económica se agrava ante la falta de un ingreso fijo.
Investigadores de las organizaciones de derechos humanos de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) y Brigadas Internacionales de Paz (PBI) acusan al gobierno de este problema, ya que su incapacidad para investigar y sancionar adecuadamente los ataques deja a esta población vulnerable.
Las cifras no mienten. Entre 2012 y junio de 2018, solo el tres por ciento de las investigaciones iniciadas por las procuradurías y fiscalías estatales analizadas por estos organismos llegaron a los tribunales.
De los mil 77 casos investigados por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) durante este periodo, menos del 12 por ciento llegaron a un juicio, y solo cinco casos, es decir menos de uno por ciento, tuvieron alguna condena.
Jorge Ruíz Del Ángel opina que es necesario crear instrumentos que permitan una protección con un efecto integral, pues al hacerlo se salvaguarda la vida de los periodistas y el derecho a mantener informada a la ciudadanía.
“La garantía de la libertad de expresión es la piedra angular de la sociedad, por eso es importante procurarla y ponerla al centro de la discusión desde todos los frentes: medios de comunicación, gobierno e instituciones”.