Pensiones, presupuesto se sostiene con ‘alfileres’

Ante la promesa de incrementar el monto de la pensión para el Bienestar para el siguiente año, especialistas se preguntan cómo se financiará y si será sostenible para las finanzas públicas, tomando en cuenta que ya existe una fuerte presión en este gasto
María Fernanda Navarro María Fernanda Navarro Publicado el
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A partir de enero de 2023 los beneficiarios del programa Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores recibirán 25 por ciento más que en este año en el monto mensual que se les entrega, pero no hay claridad con qué recursos se va a financiar este aumento a las pensiones y si será sostenible para las finanzas públicas a mediano plazo.

El anuncio de este incremento dado a conocer el pasado 17 de octubre por el presidente Andrés Manuel López Obrador podría resultar una gran noticia para los adultos mayores que dependen de este ingreso mensual, pero preocupa la presión que se va a ejercer en el erario.

“El monto que se está gastando en ese programa no tiene una fuente de financiamiento y si lo sumamos a todo lo que ya se gasta en pensiones, porque hay que recordar que aunque ya hubo reformas tenemos gastos bien altos del esquema anterior, se va a destinar 1.7 billones de pesos para el 2023”, señala Alejandra Macias, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Este gasto representa un incremento del presupuesto destinado al pago de los trabajadores en retiro para 2023 de 12.8 por ciento real en comparación a lo destinado este año. Además, no contempla la promesa del aumento del 25 por ciento a partir del primer mes del año que se anunció este mes en las pensiones del Bienestar, advierte Macias.

De acuerdo con lo contemplado en el Proyecto del Presupuesto de Egreso de la Federación (PPEF) 2023, las pensiones contributivas, es decir, aquellas que obtienen las personas que cotizaron al sistema a lo largo de su vida laboral en instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); concentrará 1.33 billones de pesos.

En tanto que las pensiones no contributivas, que se crearon para los adultos mayores que no cuentan con un piso mínimo de ingresos como la pensión del Bienestar, tendrá un monto proyectado de 359 mil 577 millones de pesos; que representa un incremento de 32.8 por ciento para el próximo año en comparación con el 2022.

En total, para 2023 se propone gastar 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en pensiones, que representa 2.8 por ciento más que lo gastado en infraestructura.

“Entre pensiones y costo de la deuda nos vamos a gastar como 10 por ciento del PIB cuando estamos teniendo como ingresos del ISR solamente el ocho por ciento del PIB y esa es nuestra fuente de ingresos más fuerte. El problema es que si nos gastamos nuestra fuente de ingresos en esas dos cosas, pues no hay presupuesto, para salud, infraestructura, primera infancia, seguridad, o lo que quieras”.

Más para pensiones del Bienestar 

Hasta este año, el monto destinado para los trabajadores retirados del IMSS, con 667.8 mil millones de pesos, y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), con 291.9 mil millones de pesos, es superior al que se enfoca en la Pensión del Bienestar, programa al que se asignaron 270.7 mil millones de pesos.

Pero para el próximo año, de acuerdo con el proyecto de presupuesto, se destinarán 750.3 mil millones de pesos para las pensiones del IMSS, 309.8 mil millones para el ISSSTE y 359.6 mil millones para las pensiones del Bienestar.

La especialista advierte que el programa de Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores es bastante válido y necesario para aquellos personas que no tuvieron la oportunidad de cotizar para su pensión, sin embargo no deja de preocupar que la cantidad de recursos que se destinan van a seguir incrementando, no sólo por el aumento del monto que se le otorga a los beneficiarios, sino el aumento de la población en edad de recibirlas.

El país atraviesa un proceso de envejecimiento, de acuerdo con datos publicados en 2019 por la ONU, para el año 2015 la edad media de los mexicanos era de 29 años y para 2050 será de 39 años.

Además el informe “Economía plateada: una mirada al futuro” elaborado por el CIEP señala la pobreza se agudiza en la tercera edad, al reportar que 24.7 por ciento de adultos mayores de 65 años viven en condiciones de precariedad, pese a ser beneficiarios del sistema de pensiones, pues el apoyo no es suficiente para superar sus carencias.

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