Patentes, riqueza a paso lento en México

Registrar un invento trae grandes beneficios sociales y económicos, pero desventajas por el tiempo que se tiene que esperar para su aprobación
Viviana Bran Viviana Bran Publicado el
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La técnica para hacer potable el agua de mar, el cemento luminoso, el brazo biónico, la televisión a colores y la pastilla anticonceptiva son invenciones mexicanas que cobraron vida después de patentes.

Para las empresas y los científicos que pasan gran parte de su tiempo desarrollando una investigación, las patentes son incentivos que les ofrecen reconocimiento por la creatividad y recompensas económicas por los hallazgos que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas.

A pesar de las grandes aportaciones, en México, sólo una de cada 20 patentes se otorgan a mexicanos y el resto es para ciudadanos de otros países.

En 2018, de los ocho mil 921 permisos concedidos por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), 94.9 por ciento fueron para extranjeros y 5.1 por ciento para los habitantes del país.

Para Juan Manuel Romero, coordinador de innovación y desarrollo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los principales obstáculos a los que se enfrenta el país en el tema de patentes, es la falta de cultura de protección a los derechos de propiedad intelectual y las ideas o prejuicios que se tienen al momento de generar una patente.

50
por ciento de las ganancias que se generan después de que termina la patente son para los investigadores

“En México existen proyectos muy interesantes, pero las personas desconocen como patentarlos. También ha pasado que los científicos en lugar de registrar sus investigaciones prefieren publicarlas como artículos a nivel internacional, lo cual significa una gran pérdida, no se aprovecha más el trabajo y por lo tanto, ya no evoluciona”, detalla el también catedrático.

Los rubros que presentan más patentes son los artículos de consumo, técnicas industriales, química y metalurgia

Inventos para crecer

El tiempo en el tema de patentes no es un aliado. Las personas que quieran registrar sus descubrimientos deberán esperar entre 3 y 4 años para que la solicitud ante el IMPI pueda ser aprobada, sin la garantía de que se consiga al finalizar el proceso de análisis. Quienes obtengan el permiso, tendrán garantizados los derechos por 20 años.

El año pasado, los rubros en los que México obtuvo más patentes, fueron en los artículos de uso y consumo con 174; técnicas industriales con 87 registros, así como química y metalurgia con 84.

Por otra parte, entre los estados del país que presentaron una mayor solicitud de patentes, se encuentran Ciudad de México; Jalisco; Nuevo León; Estado de México; Guanajuato; Puebla; Quintana Roo, y Coahuila.

En la actualidad, las universidades y los centros de investigación son quienes más patentes registran cada año. Al cierre de 2018, la UNAM logró 44 registros luego de más de tres años de espera.

44
registros de patentes obtuvo la UNAM en 2018

El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) obtuvo 38 patentes y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), así como la Universidad Autónoma de Nuevo León, 23 respectivamente.

Juan Manuel Romero comenta que todas las patentes que se generan dentro de la UNAM le pertenecen, pero se reconocen los derechos morales de los investigadores que las crearon, esto significa que mientras exista la patente no se les da ningún tipo de remuneración.

“Cuando los inventos salen y se comercializan es cuando se pueden licenciar las regalías, si se llega a un buen acuerdo, los investigadores terminan recibiendo entre 50 y 70 por ciento de las ganancias que se generan”.

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