Ante un contexto de constantes crisis y desafíos que comprometen el bienestar de la población a nivel global, la relación entre el Estado y la economía debe reinterpretarse para crear una inercia de crecimiento que transforme la manera en que se crea riqueza, aseguró en su más reciente visita al país, la célebre economista Mariana Mazzucato.
No se trata de esperar a que el mercado falle para que el gobierno lo corrija, ni de que las empresas sean las únicas encargadas de generar las innovaciones que mejoren la vida de la sociedad; ya que la realidad ha demostrado que la relación entre las iniciativas pública y privada va más allá de los mitos que hasta ahora la han rodeado.
Esas fueron algunas de las conclusiones que compartió, en las conferencias que impartió en días recientes durante el viaje que realizó a México, Mariana Mazzucato, economista de origen italiano y profesora de economía de la innovación y el valor público en el University College de Londres.
Al respecto, en la ponencia que impartió, organizada por la American Chamber of Commerce of Mexico, la académica invitó a empresarios, analistas, académicos y comunidad relacionada con la cámara a reimaginar la manera en la que el sector público y privado trabajan en conjunto, para cumplir la visión ambiciosa que podría implicar generar una condición de bienestar compartido.
Para ello, resulta imperativo trascender, y hasta contradecir, los paradigmas que han regido el rol del Estado en la economía durante las últimas décadas, como que no debe de intervenir para moldear el mercado, que reducirlo al mínimo posible permite un crecimiento económico importante, o que incluso la iniciativa privada es la única capaz de crear avances tecnológicos, aseguró la autora de “El Estado emprendedor”.
“Los libros y artículos que he escrito tratan de entender el capitalismo no como un sistema determinista, sino como el resultado de las decisiones que tomamos en las diferentes organizaciones que componen a la economía; instituciones privadas y públicas, además de financieras, empresas, que pueden gobernarse de diferentes formas. Y empecé a explorar cómo se vería una economía que esté basada en los propósitos” destacó Mazzucato durante su conferencia impartida en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Existe evidencia de que un rol más activo del Estado funciona
La necesidad de contar con una nueva teoría y política económica que pueda responder a los grandes cuestionamientos de esta década, y que permita hacerle frente a retos como lo son el cambio climático o el acceso limitado al agua potable, cuestiones que ya afectan a una gran cantidad de países y de los cuales México no es excepción, resulta imperativa luego de que crisis tras crisis, se ha lidiado sin un éxito significativo al respecto, expuso la académica.
De hecho, el papel que tomó el Estado en momentos críticos como lo fue la pandemia, o su participación en sectores considerados estratégicos, como el aeroespacial, han dado cuenta de que las nuevas explicaciones conceptuales de los fenómenos económicos no pueden considerar a la iniciativa privada como un actor predominante.
Incluso, según Mazzucato, a nivel regional existen ejemplos de estrategias económicas que ya plantean un nuevo paradigma en donde el Estado dirige y el sector empresarial figura como un gran aliado, y se trata del Brasil en tiempos de Lula da Silva y Colombia con Gustavo Petro.
Mazzucato y su impresión sobre México
La académica consideró que la actual administración cuenta con los elementos para figurar como un nuevo paradigma de la innovación, el desarrollo regional e industrialización, a partir de la estrategia considerada “prosperidad compartida”, que es como se le denomina a la postura económica y comercial que el país adoptará para hacerle frente a la coyuntura del nearshoring.
“Tuve el honor de reunirme esta mañana con Claudia Sheinbaum, presidenta de México, con quien conversamos sobre la importancia de establecer un nuevo rumbo para el desarrollo económico que genere inversión e innovación al servicio de las prioridades de bienestar social y sustentabilidad”, destacó la autora de “La gran estafa”, luego de conocer a la exjefa de gobierno.
Además, la perspectiva que ella ha generado a lo largo de su obra conjugó con la postura del actual secretario de economía, Marcelo Ebrard, con el que coincidió en “la importancia de colaborar entre departamentos gubernamentales para impulsar una agenda de transformación económica que eleve los niveles de vida y genere un crecimiento sostenible impulsado por la innovación”.