En épocas de campañas presidenciales es cuando los gobiernos suelen cuidar más sus políticas económicas para generar mayor aceptación de la población. Ya sea por buscar su propia reelección o la permanencia del partido en el que se encuentren.
Pero cuando el panorama cercano a las votaciones pinta negro, los datos económicos pueden acabar con la continuación del presidente o del partido político en turno.
Jesús M. Badiola