“Permitan un voto, detengan esta farsa y pongan fin a esta suspensión ahora mismo”. Esas fueron las palabras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le dedicó ayer durante un discurso al ala radical del Partido Republicano que ocupa la cámara baja del Congreso de los Estados Unidos.
La dureza de las palabras de Obama subraya un hecho importante: la suspensión gubernamental le está costando 300 millones de dólares diarios a los Estados Unidos.
Rolando Hinojosa