Oferta argentina

Argentina quiere regresar a los mercados financieros internacionales. El nuevo gobierno de centro-derecha del presidente Mauricio Macri busca romper con el aislamiento económico que caracterizó a la última década de las administraciones kirchneristas.

Para ello es necesario poner fin al conflicto entre el gobierno argentino y los llamados “fondos buitre” que ha exiliado a la tercera mayor economía de América Latina de los mercados de capital.

Rodrigo Carbajal Rodrigo Carbajal Publicado el
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1,350
millones de dólares
pagará de forma separada el gobierno argentino a un grupo de inversionistas italianos que formaban parte de los fondos disidentes
"La propuesta de Argentina representa un avance histórico (…) Los eventos de esta semana y de hoy fueron un gran paso para resolver la crisis de deuda argentina. Aún queda mucho por hacer”
Daniel PollackMediador en las negociaciones asignado
por la Corte de Nueva York

Argentina quiere regresar a los mercados financieros internacionales. El nuevo gobierno de centro-derecha del presidente Mauricio Macri busca romper con el aislamiento económico que caracterizó a la última década de las administraciones kirchneristas.

Para ello es necesario poner fin al conflicto entre el gobierno argentino y los llamados “fondos buitre” que ha exiliado a la tercera mayor economía de América Latina de los mercados de capital.

En el 2001, Argentina cayó en default, dejando en la cuerda floja el pago de alrededor de 100 mil millones de dólares a inversionistas tenedores de bonos soberanos.  Ese fue el inicio de lo que el diario Financial Times denomina “el juicio de deuda soberana del siglo”.

El gobierno argentino logró un acuerdo de reestructuración con la mayoría de los tenedores, pero un grupo minoritario de fondos de inversión, liderados por la firma Elliott Management, demandó el pago completo de los bonos originales más intereses acumulados.

El juez de distrito Thomas Griesa de Nueva York, donde se emitió la deuda soberana, prohibió a Argentina seguir adelante con su reestructuración si no le pagaba a los fondos disidentes. Las tensiones entre la administración kirchnerista y los fondos disidentes crecieron.

Sin embargo, la salida del ministro de Economía kirchnerista, Axel Kicillof, quien es caracterizado por una retórica confrontacional, y su reemplazo por el nuevo ministro de Finanzas, Luis Caputo, un veterano de deuda soberana en Deutsche Bank, dio un nuevo aire a las negociaciones.

Propuesta alentadora

Argentina ofreció un pago en efectivo de 6.5 mil millones de dólares a algunos de los fondos disidentes, lo que representa una quita de deuda de alrededor del 25 por ciento en relación a la demanda original de estos inversionistas.  

La propuesta surgió después de que el miércoles el gobierno llegó a un acuerdo con fondos disidentes italianos para realizar un pago de 1.35 mil millones de dólares.

La nueva oferta necesita ser aprobada por cuatro de los seis principales fondos de inversión que se negaron a la restructuración y demandaron al gobierno argentino. Hasta el momento, únicamente Montreux Equity Partners y Dart Managment han aceptado, según dijo el ministro Caputo.

Las firmas Elliot Management Corp y Aurelius Capital Management, las cuales han liderado a los fondos disidentes en las negociaciones, no han emitido algún posicionamiento.

No obstante, Daniel Pollack, el mediador de las negociaciones asignado por la corte estadounidense aseguró que la propuesta argentina significa un “avance histórico”.

En caso de que el gobierno de Macri tenga éxito en convencer a los inversionistas, la propuesta aún debe someterse al escrutinio del dividido congreso argentino.

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