Nuevo etiquetado pondrá en jaque a las empresas

El etiquetado de alimentos procesados busca que los mexicanos se nutran mejor, pero esta acción repercutirá en la venta de productos de las grandes empresas
Viviana Bran Viviana Bran Publicado el
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La industria de alimentos y bebidas procesadas están bajo la mira. Desde hace años, Integrantes de la Alianza por la Salud le declaró la guerra y hoy más que nunca redobló sus esfuerzos para ganar la batalla del etiquetado.

Aunque el camino a la victoria aún es lejano, las buenas noticias llegaron pronto luego de que la Comisión de Salud de San Lázaro aprobara el cambio de etiquetas a diversos productos, con la finalidad de que en sus empaques se especifiquen los valores nutrimentales, niveles de azúcar, grasas, calorías y sodio que a diario consumen millones de adultos y, en especial, niños.

La propuesta de un nuevo etiquetado pretende servir como herramienta para combatir la obesidad y la diabetes. En la actualidad, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil, con el 34 por ciento de esta población entre 5 y 11 años; también 35 por ciento de los adolescentes de entre 12 y 19 años la padecen, de acuerdo con los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

32,4
por ciento es el porcentaje de obesidad en México

El sobrepeso también persiste a nivel global: Estados Unidos encabeza la lista, con 38.2 por ciento de su población ; le sigue México, con 32.4 por ciento; Nueva Zelanda, 30.7 por ciento; Hungría, 30 por ciento; Australia, 27.9 por ciento; Reino Unido, 26.9 por ciento; Canadá, 25.8 por ciento; Chile, 25.1 por ciento; Finlandia, 24.8 por ciento, y Alemania con 23.6 por ciento.

Este padecimiento y todas sus implicaciones le cuestan al país más de siete mil 800 millones de pesos al año, cifra que sirvió como argumento para respaldar la propuesta de los integrantes de Alianza por la Salud ante la Cámara de Diputados para su posible validación.

7800
millones de pesos es el costo del sobrepeso en México

Marcos Arana, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, asegura que el proyecto de los nuevos etiquetados, contrario a lo que piensa, no busca afectar a las grandes compañías ni mucho menos inhibir sus prácticas de producción o de alimentos, sino que son medidas que se tomarán para que los mexicanos estén más conscientes de los productos que les pueden hacer daño a su salud.

Además insiste en que las empresas están protegiendo su mercado y sus intereses, pues ven en estas medidas un obstáculo para sus prácticas comerciales.

Estos actos han sido abusivos, porque sus productos además de no ser saludables están a la venta en cualquier esquina y son incluso más fáciles de encontrar que las tortillas y las frutas
Marcos Arana, Investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán

Especialistas consideran que si la implementación del nuevo etiquetado se aprueba en el Congreso, diversas empresas con operaciones en el país podrían verse afectadas, ya que al exponer las advertencias de su contenido, el consumidor estaría al tanto de las implicaciones a su salud poniendo en riesgo la estabilidad de sus ventas en todo el país.

Miedo al acecho por el etiquetado

Tras darse a conocer la noticia, la empresa Bimbo se alió con FEMSA Coca-Cola con el fin de evitar los etiquetados frontales de advertencia en sus productos.

Hasta el momento se desconocen las acciones que estas empresas podrían realizar para contrarrestar el golpe. Reporte Índigo buscó a Bimbo para obtener un comentario al respecto, pero solo mandaron un mensaje diciendo que quienes se están pronunciando son las Cámaras.

Por su parte, FEMSA aseguró que no tenía comentarios al respecto, mientras que Mondelēz, propietaria de marcas como Clorets, Halls, Oreo, Philadelphia, Ritz, Tang y Trident dijo que por el momento se encontraban analizando las medidas y sus posibles implicaciones a la industria.

La propuesta del nuevo etiquetado ya fue implementada en países como Chile, Perú y Uruguay, obteniendo mejores resultados de los que se esperaban.

El Poder del Consumidor dio a conocer un estudio que se realizó a mil 505 personas en Chile en diciembre del 2017, un año después de que entrara en vigor el nuevo etiquetado de alimentos, el resultado fue que 92.9 por ciento de las personas entendían la información presentada en los envases; 91.6 por ciento se dejó influenciar en su decisión de compra por los sellos de advertencia.

Con el nuevo etiquetado se pretende que los consumidores identifiquen de forma fácil y rápida si un alimento es perjudicial para su salud o no. El sistema de Guías Diarias de Alimentos (GDA), que se maneja no es comprensible para la gran mayoría de la población

Marcos Arana argumenta que los consumidores tienen derecho a saber de que está hecho aquello que se comen porque hay muchos alimentos procesados que contienen ingredientes que no son saludables, además comenta que es importante que la información de la etiqueta debe ser clara y fácil de entender, sobre todo para los niños.

“El etiquetado de ahora es incomprensible, incluso para médicos y nutriologos. Que se implementen estos códigos es crucial porque la salud de los niños está en juego, los alimentos chatarra y los refrescos están disponibles en cuatro o cinco lugares por cuadra, por ello se deben adoptar medidas que limiten la venta de estos productos y se sustituyan por frutas y verduras”.

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