La economía no solo es para las élites. Esther Duflo, Abhijit Banerjee, y Michael Kremer, ganadores del Premio Nobel de Economía 2019 lo tienen muy claro y aunque aún no pueden erradicar la pobreza mundial, han comenzado a hacerlo con pequeñas cosas que son efectivas.
El trío de economistas ha realizado diversos experimentos de campo con el propósito de responder a tres simples preguntas: qué funciona, qué no funciona y por qué.
Sus investigaciones han demostrado que resulta muy eficaz ofrecer un saco de lentejas a cambio de vacunar a los integrantes de una familia en la India o que regalar mosquiteros puede salvar millones de vidas en África. Todo esto sin necesidad de invertir millones de dólares.
Los especialistas fueron reconocido por la Real Academia de las Ciencias de Suecia con el Premio Nobel de Economía 2019 “por su enfoque experimental para aliviar la pobreza global”.
Cifras del Banco Mundial (BM) muestran que más de 700 millones de personas subsisten con ingresos extremadamente bajos: en promedio 1.90 dólares por día (28.89 pesos al tipo de cambio actual).
Fiorentina García, estudiante de Posgrado en la Hertie School of Governance en Berlín, considera que la entrega del Premio Nobel a este grupo manda un poderoso mensaje sobre que se está transitando hacia una economía de experimentación dejando de lado el pensamiento de que todo puede resolverse con un solo método.
“Estos especialistas fundaron una corriente de economía basada en pequeñas acciones que son capaces de generar grandes transformaciones para contrarrestar la pobreza en el mundo. Su mayor mérito es que lograron entender cómo funcionan las personas para que el dinero pueda gastarse de una manera más eficiente y las políticas públicas tengan sostenibilidad”, precisa la economista mexicana radicada en Alemania.
Michael Kremer es catedrático de Sociedades en Desarrollo en la Universidad de Harvard, mientras que Abhijit Banerjee se desempeña como profesor de Economía de la Fundación Ford en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés).
Por su parte, Esther Duflo es una economista francesa, cofundadora y directora del Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (J-PAL), y profesora de Reducción de la Pobreza y Economía del Desarrollo en el MIT.
Cada uno ha sobresalido de manera individual, pero sus estudios conjuntos para aliviar la pobreza global les permitió ser reconocidos con el Premio Nobel. En solo dos décadas, su enfoque ha transformado la economía del desarrollo, que ahora es un campo floreciente de investigación.
Ejemplo a seguir
Esther Duflo es un nombre que saltó al mundo tras el anuncio del premio, sin embargo, dentro de la comunidad de ciencias económicas es una mujer que tiene méritos propios.
En diversas ocasiones, la especialista de 46 años ha reflexionado sobre la relativa falta de mujeres en el campo y ha puesto sobre la mesa varias propuestas con el objetivo de atraer a una esfera más amplia de profesionistas.
Duflo se convirtió en la segunda mujer en recibir el premio de la categoría, y la única que aún vive, además de que es la persona más joven en la historia en obtener el máximogalardón. Entre 1901 y 2019, solo 53 mujeres han recibido un Nobel.
“Afortunadamente, es hacia adelante y hacia adelante a partir de ahora”, dijo la economista en una entrevista telefónica con la Real Academia de las Ciencias de Suecia y agregó que el reconocimiento “refleja el hecho de que no hay suficientes mujeres en la profesión económica, punto”.
Un estudio de la Junta de la Reserva Federal 2017 descubrió que las mujeres representaban solo el 31 por ciento de las especialidades económicas entre 2011 y 2015, en comparación con el 57 por ciento de todas las profesiones.
Para Fiorentina García, la economista francesa es un ejemplo a seguir para todas aquellas que son parte de esta disciplina o desean incorporarse a sus filas y este Nobel puede convertirse en un estandarte para la comunidad.
“Las mujeres están tomando un papel predominante en la economía y en este momento no solo están presentes, sino que también ya se está reconociendo la labor que realizan todos los días”.
Elinor Ostrom, la pionera del Premio Nobel de Economía
El Premio Nobel de Economía se entregó por primera vez en 1969, sin embargo, tuvieron que pasar 40 años para que una mujer fuera reconocida en la categoría.
En 2009, Elinor Ostrom obtuvo el premio gracias a que el jurado de la Real Academia de las Ciencias de Suecia consideró que su mayor contribución fue que desafió la sabiduría convencional al demostrar cómo la propiedad local puede ser administrada con éxito, sin ninguna regulación.
La originaria de Los Ángeles, California, estudió ciencias políticas en la Universidad de California, donde también recibió su doctorado en 1965.
Durante décadas, los economistas coincidieron en que los recursos naturales que fueron utilizados colectivamente por sus usuarios serían sobreexplotados y destruidos a largo plazo. No obstante, Ostrom refutó esta idea al realizar estudios de campo sobre cómo las personas en pequeñas comunidades locales manejan los recursos naturales compartidos, como los pastos, las aguas de pesca y los bosques.